Dos corzos pelean salvajemente intentando apuñalar con sus cuernas a su oponente
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Dos corzos pelean salvajemente intentando apuñalar con sus cuernas a su oponente

La brutal pelea entre dos corzos a los que no les importa si quiera que los coches pasen a pocos metros. Concentran sus fuerzas y sentidos en intentar imponerse al contrincante en una pelea que puede resultar mortal para ellos.


Una lucha territorial entre dos machos de cérvido puede acabar en tragedia para uno o ambos contendientes. Los corzos son animales muy agresivos, a pesar de contar con esa apariencia menuda y hasta entrañable. Las cuernas que coronan sus cabezas, terminadas en afiladas puntas, se convierten en peligrosas armas que pueden herir de gravedad en cada una de las embestidas que estás a punto de presenciar en este impactante vídeo.

 

Estas imágenes las ha recibido Cervus-UK, una agencia de equipamiento de caza y medios de comunicación al aire libre con sede en el Reino Unido, dirigida por Owen y Daniel Beardsmore, en su canal de Instagram

Los estudios que se han llevado a cabo sobre el comportamiento territorial del corzo y las luchas enceladas entre machos concluyen que la mayoría de las interacciones entre ejemplares terminan con un reducido nivel de violencia y contacto físico. Esto es debido a que uno de los dos corzos suele retirarse de la disputa por no contar con la madurez ni las cuernas suficientes como para enfrentarse a un corzo mayor.

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El macho dominante suele vencer estas peleas

En este sentido, una investigación llevada a cabo en Noruega concluía, tras la observación de 139 interacciones agresivas entre corzos machos, que en el 81% de los casos la disputa la ganaba el corzo ‘residente’, expulsando de allí al intruso. Sólo en dos ocasiones llegaron a entrechocar sus cuernas, como vemos en las imágenes.

La mayoría de estas situaciones agresivas entre los corzos ocurrieron alrededor del amanecer y el atardecer, con un pequeño pico al mediodía. La duración de una interacción agresiva varió entre 20 segundos y 10 minutos, con una media de 70 segundos.

De esas 139 interacciones, se pudo deducir el resultado en 132, con 103 de ellas con un claro ganador. Las demás terminaron en una persecución o con los animales alejándose lentamente uno de otro.

Dos machos muy igualados en fuerza y en cuernas

En el vídeo vemos cómo la pelea está protagonizada por dos ejemplares de similares características morfológicas, tanto en corpulencia como en tamaño de sus cuernas, aunque uno de ellos luce una curiosa malformación en su cuerna derecha, que es menor en tamaño que la izquierda y carente de luchadera, una punta que frena el avance de la cuerna del contrincante y que, a la vez, puede convertirse en punta de lanza peligrosísima para aquel.

Esto, según el estudio que hemos revisado, convierte en la lucha en la más peligrosa, con dos animales encelados de fuerzas muy parejas que pueden resultar heridos en zonas del cuerpo como la cabeza, el cuello, los costados… Vemos cómo las cuernas impactan en varias ocasiones en cada uno de estos puntos de la anatomía de los cérvidos.

 


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