La criminalística al servicio de la lucha contra el furtivismo: la sangre de un ciervo resulta clave para identificar al furtivo
Madrid

La criminalística al servicio de la lucha contra el furtivismo: la sangre de un ciervo resulta clave para identificar al furtivo

Un ciervo decapitado encontrado en una finca de caza de Villamanta, en la Comunidad de Madrid, dio inicio a una investigación en la que la ciencia criminalística ha llevado a procesar al responsable de ese caso de furtivismo.


Todo comenzó durante una operación contra el abate ilegal de animales en la finca Valquejigoso. La madrugada del 19 de febrero de 2019 se escucharon disparos. La Guardia Civil comenzó a rastrear el coto de caza mayor, encontrando un vehículo estacionado en el arcén de una carretera cercana a la finca. A pesar de que estaba desocupado, en su interior observaron cartuchos de bala disparados.

Los agentes avisaron a otra patrulla que estaba apoyando en el operativo para intensificar el control de la circulación en la vía. Esto dio sus frutos y poco después se detenía al conductor, un varón de 38 años que contaba con antecedentes delictivos por furtivismo en la provincia de Toledo.

Todos los indicios señalaban al conductor

En el interior del vehículo encontraron un rifle de la marca Winchester en calibre .308 Win. manipulado para poder colocarle silenciador, cartuchos de bala, visor, un equipo de camuflaje, linternas, cámaras de fototrampeo y maíz para cebar.

Sin licencia de armas y una bolsa de plástico con restos de sangre, todo apuntaba a que los agentes habían encontrado al autor de los disparos que se escucharon horas antes. Todo esto, completado al ser informados por el encargado de la finca de caza de que había encontrado el cuerpo de un ciervo que había sido abatido recientemente y decapitado.

Los agentes de la Guardia Civil recogieron muestras de sangre del ciervo y de la bolsa de plástico que encontraron en el maletero del identificado para enviarlas al laboratorio de la Guardia Civil de Madrid de Tres Cantos. Días después, los análisis criminalísticos confirmaban que la sangre pertenecía al mismo animal.

Piden 9 meses de cárcel

Por todo esto, el Juzgado de Instrucción número 1 de Navalcarnero le imputa un delito de furtivismo contra la protección de la fauna y otro por tenencia ilícita de armas, con una pena de 9 meses de cárcel y una multa por determinar. Aunque estas peticiones pueden verse reducidas durante el proceso judicial.

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