Lo que se ve y lo que realmente sucede cuando los animales silvestres entran en pueblos, ciudades y carreteras
Durante los últimos días, hemos visto cómo especies cinegéticas subían a tejados de viviendas y corrían entre los vecinos de varios núcleos urbanos. Lo que no se ha difundido tanto es la peor consecuencia de estas incursiones: los peligrosos accidentes que ocasionan estos animales.
Han sido multitud de fotos y vídeos los que los vecinos de Calpe, en el norte de Alicante, han difundido de cabras montesas encaramadas en tejados de edificios de la preciosa localidad levantina, donde la Sierra de Oltá se convierte en el mejor mirador de sus playas, divididas por el Peñón de Ifach.
El animal fue fotografiado por varios vecinos. Siempre resulta impactante ver una cabra hispánica en los tejados de los edificios.
La cubierta de varios edificios de la turística Calpe fue la elegida para que esta cabra montés dejase atrás las áridas cumbres de la sierra alicantina y se adentrase en el corazón de la urbe, en su casco antiguo. El propio ayuntamiento difundía los hechos, después de que multitud de vecinos avisaran al consistorio y a la Policía Municipal, que intentaba actuar para devolver al desorientado animal a la sierra.
Cabra montesa por los tejados de Calpe, en la provincia de Alicante.
Altea también recibe la visita de las cabras
No muy lejos de allí, en el Puerto Deportivo de Campomanes el municipio de Altea, otra cabra llegaba hasta el límite de tierra con el mar, en la escollera de rocas, donde era fotografiada. Unos pocos kilómetros separan la primera cabra de esta.
Cabra montés en el puerto deportivo de Campomanes, Altea.
Una cabra atropellada, la otra cara de estas situaciones
Las redes sociales comenzaban a difundir ambos hechos, ajenas a lo que sucedía casi al mismo tiempo en una carretera también de la Comunidad Valenciana. Un conductor grababa lo que encontraba en Puerto Cárcer, Xátiva: un ejemplar de la misma especie malherido. La cabra no podía incorporarse, estaba tumbada en mitad de la calzada con un cuerno roto.
Desde la Federación de Caza de la Comunidad Valenciana informan que el accidente no ocasionó víctimas mortales, pero también subrayan que “podía haber acabado en tragedia”.
Son dos caras de la misma realidad: por una parte, la expectación que suscita siempre el avistamiento de animales silvestres en entornos urbanos, pero que, por la otra y desgraciadamente, suele traer aparejado el riesgo de accidentes e incluso de ataques.
