Se abre una vía para investigar la receptación de galgos robados en Sevilla
Pueden caerle entre seis meses y dos años de prisión si se demuestra el delito de receptación de galgos robados. Concretamente en el famoso caso del galgo Chapapote. Se les investiga por obtener beneficios de este galgo a sabiendas de que era robado.
La Audiencia de Sevilla ha ordenado reabrir las diligencias del caso Chapapote, que investigó el robo de galgos hace doce años en Los Palacios, como informa hoy ABC de Sevilla. Concretamente del ejemplar que dio nombre a la operación, que apareció en Badajoz cinco años después con un microchip distinto.
Un caso de robo de galgos muy sonado
Chapapote fue campeón en varios campeonatos y se investigó que, en los cuatro años en los que estuvo lejos de su propietario pudo cruzarse hasta tener 840 descendientes, generando unos beneficios de hasta 300.000 euros.
Las investigaciones policiales llevaron a relacionar este y otros casos de robos de galgos hasta el barrio sevillano de Palmete. Pero el juez que instruía el caso no encontró relación entre los distintos casos de robos de galgos. Pero sí que apuntó a que existían sospechas suficientes de la existencia de un delito de receptación por una familia del barrio sevillano.
Ahora es la Audiencia de Sevilla la que ha ordenado investigar los posibles delitos de receptación
El delito de receptación: de seis meses a dos años de cárcel
Este delito está tipificado en el Código Penal en su artículo 298.1. Su texto es el siguiente: «El que, con ánimo de lucro y con conocimiento de la comisión de un delito contra el patrimonio o el orden socioeconómico, en el que no haya intervenido ni como autor ni como cómplice, ayude a los responsables a aprovecharse de los efectos del mismo, o reciba, adquiera u oculte tales efectos, será castigado con la pena de prisión de seis meses a dos años».