Un corzo enfurecido cornea hasta la muerte a un córvido
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Un corzo enfurecido cornea hasta la muerte a un córvido

Un cazador sorprende en el jardín de su vivienda a un corzo macho atacando a un ave. Ante la atónita mirada del propietario de la casa el ungulado se ensaña con el pájaro en el suelo clavándole las puntas de su cuerna en repetidas ocasiones mientras el córvido agoniza en el suelo.


No es la primera vez que hemos contemplado situaciones similares. En el año 2021 se viralizaron las imágenes de una cierva atacando a un halcón que acababa de capturar un conejo mientras que en el año 2019 fue compartida en redes sociales por miles de cazadores la foto de una gama con una perdiz en la boca.

Territorialidad e instinto de protección

Tanto en una ocasión como en la otra, ambos casos generaron una gran controversia entre el colectivo cinegético. Una de las teorías que explicaba el primer suceso se bastaba en el instinto de protección de la madre ante la cercanía de su cría. La hembra da muerte al depredador al considerarlo una potencial amenaza.

La justificación del comportamiento de la gama con la perdiz en la boca fue explicado por Carlos Casilda Sánchez a Club de Caza cuando se publicó un artículo mostrando lo sucedido: "eso lo he visto en varias ocasiones: una cierva que, por territorialidad, cocea a una perdiz y luego la coge por la boca y la lanza al aire repetidas veces. La foto en cuestión recoge un comportamiento común en las hembras de cérvidos más experimentadas, las viejas".

La territorialidad del corzo

El corzo es una especie con una marcada territorialidad que se acentúa con la llegada de la primavera. Entre finales de marzo y el mes de mayo es frecuente ver a los machos de la especie enfrentándose por los mejores territorios. Los animales más fuertes y mejor dotados se quedarán con los mejores terrenos.

Un macho mantendrá su territorio mientras que se capaz de defenderlo de aquellos ejemplares que tratan de arrebatárselo. Hace escasas fechas, el cazador escocés Brian Smith se quedó perplejo al contemplar como un encelado corzo macho lanzaba por los aires y corneaba en repetidas ocasiones a un córvido. Las imágenes fueron grabadas en el jardín de la casa del cazador situada en Airdrie, ciudad de Escocia en North Lanarkshire.

 

Los corzos marcan el territorio con señales olfativas

Una vez ha dado muerte al ave marca un arbusto a través de las sustancias químicas que liberan sus glándulas odoríferas. Estas están situadas en la frente, en el pie posterior y en las pezuñas delanteras. Por este motivo, resulta habitual ver a los machos frotando la cornamenta en la vegetación y escarbando en el suelo con las pezuñas.

La primavera en el corzo es la antesala de la época de reproducción de la especie. La explicación al violento comportamiento de este corzo, según el criterio de veterinarios, es consecuencia de la territorialidad de la especie en el periodo de celo.

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