Los jabalíes, cada vez más urbanitas: un imponente ejemplar hurga en la basura en Barcelona
Un corpulento jabalí sorprende a los viandantes destrozando un contenedor de basura en búsqueda de alimento, algo que cada vez es más habitual en Barcelona.
El problema de los jabalíes en Cataluña es un tema recurrente en los últimos años debido al imparable aumento de su población y a los conflictos que esta genera. Hay que decir que este problema es más global: afecta a muchas comunidades de España, Europa e incluso a ciertos estados sureños de EEUU.
Los jabalíes son animales salvajes y las consecuencias negativas derivadas de su presencia en zonas habitadas por el hombre, son incuestionables.
Los jabalíes urbanos generan serios problemas
Suponen un riesgo para la seguridad de las personas, especialmente si se sienten acorralados o amenazados. Causan daños materiales a la propiedad, como puede ser la destrucción de jardines, vehículos o, como en el presente caso, contenedores. Así mismo son responsables de muchos accidentes de circulación.
Es importante recordar que pueden ser portadores de enfermedades zoonóticas, como la tuberculosis o la triquinosis y existe mayor riesgo de trasmisión cuanto más se aproximen a las zonas urbanas.
Esta problemática es mayor cuando existe sobrepoblación, es decir cuando hay un número de ejemplares mayor que el que le correspondería a un territorio determinado por su capacidad de carga, pues los animales se desplazan a pueblos y ciudades en busca de alimento.
La sobrepoblación también supone un grave problema para la sostenibilidad del entorno y la economía de los territorios afectados, que se traduce sobre todo en daños para la agricultura.
El comportamiento de estos animales demuestra que le han perdido el miedo al ser humano. A lo largo de los años se han acostumbrado a su presencia, ya sea por falta de comida en su entorno natural o por tener ya el hábito adquirido de rebuscar en la basura de las ciudades.
La proliferación de jabalíes en zonas urbanas y periurbanas está generando gran preocupación por los, cada vez más frecuentes, encuentros con personas y mascotas, encuentros que dejan imágenes como estas:
Un corpulento jabalí en busca de alimento y rebusca en una basura mientras los viandantes de Barcelona contemplan y graban la escena.
La caza como principal medida de gestión
Por hechos como este es tan relevante la educación y la difusión de la importancia de la caza como principal herramienta de control poblacional, especialmente en momentos críticos como el que está atravesando actualmente la actividad cinegética. La desinformación ha llevado a un sector de la población a declararse “animalista” y a atacar frontalmente la caza, adoctrinando en su contra a los más pequeños y a difundir información tergiversada con el fin de poner al resto de población urbana en contra de la caza y del campo.
Cada año se cazan unos 400.000 jabalíes, pero eso no es suficiente para controlar las poblaciones de unos animales que se introducen cada vez con más frecuencia en los núcleos urbanos. Según datos del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos, actualizados a junio de 2022, hay más de un millón de ejemplares en España, un número que podría duplicarse en 2025, lo que deja patente el crecimiento exponencial de esta especie, considerada invasora en España.
No es necesario incidir en que la caza como medida de gestión debe ser llevada a cabo de manera responsable, legal y ética y siempre cumpliendo con las regulaciones y las leyes locales.
