Montería tradicional en Sierra Morena
Córdoba

Montería tradicional en Sierra Morena

Cada temporada, el grupo de amigos que forman parte de Club Deportivo Cinegética Panduro de la provincia de Córdoba celebra una montería con la que ponen fin a su temporada de caza en la que los participantes van ataviados con la indumentaria y las armas similares a las que portaban los monteros y los rehaleros de antaño.


El Club Deportivo Cinegética Panduro, con sede en la localidad de Villaviciosa de Córdoba, fue creado en el año 2017. Está formada por medio centenar de cazadores presididos por Rafael Jesús Morales que se reúnen varias veces al año para disfrutar de una jornada de caza y de convivencia en la que participan también las familias de los monteros.

 

Caracolas y trabucos resuenan en el monte

Antonio Nevado, que actúa de portavoz de la sociedad de cazadores, realiza la crónica de la montería:

"El sábado pusimos fin a una apasionante temporada cinegética. Monteamos la finca con la que iniciamos nuestra andadura en la caza hace ya cinco años. La finca La Calera está poblada de encinas, pinos y alcornoques. Se trata de una mancha de monte bajo muy querenciosa para el jabalí. Esta montería difiere de las del resto del año porque se realiza de forma tradicional. Los 45 monteros participantes no pueden usar rifles, solo pueden portar escopetas de caza. Si es posible, paralelas y superpuestas.

 

Los rehaleros y monteros van vestidos con la vestimenta clásica de la montería tradicional española. Nuestros compañeros rehaleros, para los cuales solo tenemos palabras de agradecimiento por todo lo que hacen por nosotros, llegaron a la junta con sus perros acollarados a la antigua usanza".

 

Una mancha plagada de jabalíes

"En alguna de las ediciones de esta montería tradicional se han llegado a abatir 26 cochinos. Una vez fueron sorteadas las armadas los cazadores fueron ubicados por los postores en sus puestos. A las 11:45 horas, los rehaleros abrieron los portones de sus furgonetas. Nada más soltar a los canes, se oyeron las primeras ladras. Se contabilizaron a lo largo de la montería más de 150 disparos.

 

Una vez, estuvieron recogidas todas las reses abatidas del monte y los rehaleros llevaron sus perros a los remolques, volvimos al mismo lugar de la junta para degustar del almuerzo acompañados de nuestras familias, rehaleros y amigos.

 

Agradecer a todos los rehaleros, postores, muleros, socios, parejas e hijos de socios, amigos y monteros, que nos habéis acompañado esta temporada en cualquiera de nuestras cacerías".

 


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