Esto es lo que aguanta una becada ante la muestra de un perro de caza
Vídeos de caza

Esto es lo que aguanta una becada ante la muestra de un perro de caza

Un perro de muestra ha conseguido bloquear a una becada. La escena es grabada por el propietario, que encuentra al can, un precioso griffon khortals, y al ave separados por escasos centímetros.


En estas imágenes observamos la eficiencia de una raza poco conocida en nuestro país, pero que cuenta con una extensa tradición cinegética en Francia, su nación natal, y en otros muchos puntos del globo, como en Norteamérica, lugar donde se ha grabado este impresionante vídeo.

Estamos ante un perro de tipo grifón, como su primer nombre indica. El segundo de sus apelativos hace referencia a Eduard Karel Korthals, un cazador holandés que, a finales del siglo XIX, concretamente desde 1863, como refleja su manuscrito de registros, y principios del XX, que buscaba hacer frente al empuje de los perros de muestra británicos. Para ello, desarrolló una raza de perro de muestra que incorporase la polivalencia que demandaban los cazadores continentales, como son un fuerte instinto de cobro en tierra y en agua, así como una buena nariz encaminada a seguir rastros de animales de la venatoria mayor.

Como decimos, los primeros apuntes del criador datan de 1863, cuando comenzó a adquirir perros de razas y familias como los spaniels franceses, retrievers, pointers ingleses, spaniels alemanes, un barbet, bracos franceses y alemanes y varios cruces. A través de décadas de selección, logró el perro de muestra de pelo duro que conocemos como griffon khortals.

Estamos ante un perro más pequeño que el drahthaar alemán y con el pelo más largo, sobre todo en la barba, bigotes y cejas. Estos son los rasgos más distintivos entre ambas razas.

La muestra, el cobro y un pelo duro que le protege

Estos canes cuentan con un gran olfato que les permite detectar a la becada en lo más intrincado del monte. Cuando esto sucede, se detiene en una muestra firme que solo es interrumpida cuando necesita guiar ante presas escurridizas que avanzan por delante.

Su genética, gracias al propulsor de la raza, incorpora un enorme y desarrollado instinto de cobro. Por ello, resulta complicado encontrarse un ejemplar que no lo demuestre de manera natural, tanto en tierra como en entornos inundados.

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Foto: Gary Kephart

Así define estas cualidades y otras su estándar de trabajo oficial

La andadura del grifón es el galope, mantenido y siempre apasionado. Son aceptables fases al trote. Hay un ligero movimiento basculante de delante atrás alrededor del centro de gravedad.

El porte de cabeza debe ser al menos en la prolongación del dorso. Lleva la cabeza ligeramente hacia delante y hacia abajo, en ángulo con el cuello; es el denominado porte de cabeza “en martillo”. El trabajo sobre la emanación y remontarla debe hacerse siempre con la nariz alta.

La búsqueda será amplia, pero en la nota del continental, con iniciativa, adaptada al terreno y a la vegetación.

Remontar la emanación. La andadura se hace más lenta. La cabeza se fija en la prolongación del cuello (desaparece el porte de martillo), luego el perro flexiona sus miembros. Se aplana.

La muestra, sea en pleno recorrido, sea el fin de remontar una emanación: la cabeza y la nariz en la prolongación de la línea dorsal, el cuerpo tenso, estirado, el cuello alargado, los miembros a menudo flexionados. El perro puede estar semi acostado y a veces plantado en el suelo, la cola rígida, no debe rabear.

La guía, siempre felino y ejecutado con determinación y avidez. El perro flexiona más y más sobre sus miembros a medida que se aproxima a la caza. Puede terminar con el vientre en tierra cuando se bloquea. Son movimientos reptantes. El cuello siempre alargado, la nariz en su prolongación. Solo durante las fases de remontar una emanación y de guía, los grifones adoptan esta actitud felina, lo que hizo se les llamara durante el siglo pasado “los gatos de Korthals”.

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