Historia de un Guarda de Pesca (XI)
Ya estamos a la puerta del invierno, tiempo de setas, se ha caído la hoja, se inicia la freza de la trucha común (donde las haya) y cómo no de la pesca de la trucha arco iris, en los cotos intensivos.
Si bien es verdad que, fruto de la dejación, falta de interés y connivencia con grupos ecologistas por parte del Gobierno de Castilla-La Mancha, los cotos se ven abocados a reducir su actividad, algunos hasta el cierre, por la inacción ante el problema con los cormoranes.
Recuerdo tiempos pasados, que con la llegada del otoño e invierno se iniciaba la pesca de truchas arco iris, eran temporadas magníficas, con una actividad voraz por parte de las truchas, aguas cristalinas fruto de las heladas, hojas arrastradas por las aguas y capturas inolvidables.
Eran épocas donde grupos de pescadores se reunían para preparar buenos almuerzos (gachas, calderetas) en una buena lumbre, con -10° movidos y motivados por el deporte de la pesca.
Truchas grandes, llenas de huevas estériles que, al sacarlas y encontrarse maduras, las soltaban y quedaban congeladas de inmediato al tocar el suelo y por muchos días. Recuerdo que algún artífice conseguía utilizarlas de mismo cebo obteniendo buenos resultados.
Con todo ello quiero decir que la administración no quiere darse cuenta de que la gran mayoría de las veces actúa sin escuchar a quien de verdad sabe sobre los verdaderos problemas de la pesca, y esos son los pescadores y los guardas. Es un grave error legislar a espaldas de nosotros y de frente a grupos radicales. El cormorán, como se ha dicho infinidad de veces, es una especie dañina porque se considera una plaga por la cantidad de ejemplares existentes, esquilman los ríos sin precedentes, tanto especies autóctonas vulnerables como las truchas arco iris en los cotos intensivos y centros de acuicultura, con el consiguiente daño económico que acarrea a las escasas arcas de las asociaciones de pescadores y empresarios, y sobre todo al entorno de los cotos (restaurantes, casas rurales etc.), donde se nota la disminución de pescadores lo que supone una caída de ingresos en las zonas deprimidas y llamadas vaciadas.
Aprovecho la ocasión para desear a todos FELICES NAVIDADES.
«LA IGNORANCIA ES LA MADRE DE TODOS LOS MALES»
