El presidente Page y la caza

Después del resultado electoral en Andalucía, sin duda fruto de un cúmulo de circunstancias y del hartazgo significativo de un sector de la sociedad que se siente perseguido y maltratado y también, qué duda cabe de la eficaz campaña de la Federación Andaluza de Caza, con su brillante campaña ‘La caza también vota’.


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El presidente Page y la caza

Diríase que a todos los partidos se les han descompuesto los esfínteres, cierto es que a unos más que a otros, y se ha producido entre los políticos una situación similar a la que nos encontramos los cazadores cuando introducimos el hurón en un majano. Es decir, ruidos, carreras y sobresaltos para ver quién se escapa del peligro inminente por la irrupción en el vivar de un potencial enemigo.

Tanto es así que desde el Gobierno de la Nación que hoy nos rige, y según hemos podido oír, se ha dado orden de no tocar asuntos cinegéticos ni taurinos hasta que no pasen los comicios. En este sentido nuestro Presidente autonómico, el Sr. Page, se ha erigido en defensor de toros y caza, amenazando con enfrentarse a su Partido si atacan a estas dos actividades. 

Aunque hay que agradecer la postura del Sr. Page, personalmente, considero que hay que tener mucha holgura política y mucha desmemoria para decir esto. Será necesario recordar al Sr. Page, que a su llegada al poder una de las primeras medidas fue cambiar una Ley de Caza con apenas unos meses de andadura tomando como pretexto la recogida de unos miles de firmas en su contra, que como bien sabe en su inmensa mayoría provenían de fuera de nuestra región y siempre promovidas y alentadas por su propio partido, así como asociaciones afines al mismo, y sobre todo de otras asociaciones afines a Podemos, partido que como todos sabemos sustenta al Gobierno de Castilla-La Mancha y que en Andalucía llevaba en su programa electoral la prohibición expresa de la caza. Y aquí, si pudiera, también lo haría.

Supongo que no se olvida el Sr. Page que su compañero de partido y hoy miembro del Gobierno nacional, el Sr. Ábalos, ministro de Fomento del Gobierno de España, nos ha llamado casposos a cazadores y taurinos (él también debe incluirse entre estos portadores de esta descamación cutánea y capilar, puesto que fotos hay que lo ubican viendo corridas de toros, en barrera privilegiada, y además es hijo de un banderillero).

Supongo que en su defensa de los cazadores de Castilla-La Mancha, el Sr. Page dará inmediatamente la orden para que se retire el borrador de la Ley de Bienestar Animal, Protección y Defensa de los Animales en Castilla-La Mancha, cuyo texto ha sido impuesto por la formación que le sostiene en el Gobierno, tal y como todos sabemos, y cuyo articulado en su mayoría constituye un ataque frontal a la actividad cinegética y donde se pretende que personas de marcado carácter anticaza con asignaciones públicas adoctrinen a los más pequeños en los centros educativos y actúen como una verdadera policía política contra los cazadores. Algo muy parecido a lo que ha sucedido con la Ley sectaria y radical de La Rioja.

Supongo que nuestro Presidente el Sr. Page, quien se ha revelado ahora valedor nuestro, dará orden inmediata para que se retire la Ley 9/1999, en especial su inconstitucional Artículo 22 en sus apartados 1, 2, 3, 4 y 5. En los que sin ningún tipo de empacho se responsabiliza a los cazadores de cualquier desatino que ocurra en el medio natural, es decir, todo lo contrario de lo que nuestra Constitución ampara y que, con ella en la mano, cualquier persona tiene derecho a la presunción de inocencia hasta que se demuestre lo contrario. Con la Ley 9/1999 y su Artículo mencionado, cualquier cazador es culpable, hasta que este demuestre lo contrario. Hay que decir también que en este asunto el Partido Popular tampoco hizo ningún caso.

Pero lo importante es que aquí ya nos hemos retratado todos y la gente del mundo rural no somos ignorantes y estamos orgullosos de mantener nuestras aficiones y tradiciones. La campaña andaluza de la La caza también vota se ha revelado todo un éxito. Y sobre todo, y de cara a las próximas elecciones, todos tenemos claro quién nos apoya sin fisuras cargando la suerte y quien nos quiere dar unos pases de aliño para capear el trance, valgan estos términos taurinos para definirlo. 

Pero lo mejor de todo esto es que aquí ya no nos engaña nadie… y cazadores y taurinos también votamos.

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