Un anciano de 80 años mata un jabalí salvaje con un hacha porque no puede permitirse comprar su carne
La noticia ha conmocionado a la capital alemana por lo insólito de los hechos. La policía descubrió el lunes por la noche a un carnicero jubilado de 80 años justo después de matar un jabalí con un hacha porque el hombre no puede permitirse comprar una carne de esta calidad.
Un testigo vio a una mujer de avanzada edad esperando dentro de un coche el aparcamiento de un supermercado, que estaba cerrado, en las afueras de Reinickendorf, en Alemania. La policía, al verla allí sola, le preguntó si todo iba bien, dado que eran las 22:40 horas de la noche. «Estoy esperando a mi marido, que llegará ahora del trabajo», les contestó la mujer, de 75 años.
80 años, un hacha y un jabalí salvaje
Lo que la patrulla de la policía no imaginaba era lo que significaba la palabra trabajo. Ante lo inusual del asunto, buscaron por la zona y encontraron al hombre en las inmediaciones, junto a un jabalí decapitado, parcialmente desollado, destripado y con grandes trozos de carne guardados en una caja.
Junto a él, los utensilios de trabajo: un hacha y un afilador, que intentó ocultar en unos matorrales cercanos.
Los jabalíes han dado más de un susto en la zona
Tras interrogarle, supieron que se trataba de un carnicero jubilado de nada menos que 80 años. El anciano había matado al jabalí con el hacha, lo había decapitado y, cuando lo descubrieron, se encontraba en plena actividad de despiece.
Lo que la policía y todo aquel que ha conocido el caso aún no se explica es cómo un hombre de 80 pudo matar a un jabalí salvaje con un hacha, más aún con los muchos casos documentados en los que los jabalíes han atacado a personas cerca de zonas urbanas de la capital alemana. Quizás el caso más conocido se produjo hace seis años, cuando una mujer tuvo que subir al capó de un coche para evitar el ataque de un jabalí que poco antes había herido a cuatro personas antes de que la policía lograra abatirlo.
De hecho, la población de jabalíes está sometida a fuertes controles por parte de los cazadores alemanes, que tienen que abatir una cuota anual fija para conservar sus licencias.
Quería conseguir carne de calidad para comer
El anciano reconoció los hechos, y los justificó diciendo que no podía permitirse comprar una carne de tanta calidad como la que el jabalí ofrece. Por eso decidió salir a esta área boscosa, una de tantas que podemos encontrar dentro del territorio perteneciente a Berlín. Allí busco un jabalí, consiguió acercarse a él y le asestó un golpe con el hacha, que acabó con la vida del animal.
El carnicero jubilado ha sido denunciado por delito de furtivismo
Reacciones para todos los gustos
Las reacciones de los ciudadanos alemanes en redes sociales han ido en todas direcciones. Hay quien condena al furtivo por «querer darse un lujo a costa de matar un animal de manera ilegal». También hay quien critica la realidad social de un país en el que sus pensionistas no pueden pagar el precio de mercado de la carne. Otros recuerdan la situación de plaga que sufre la capital alemana y los peligros que esto entraña para la población, también hay comentarios que condenan «un acto cruel que nada tiene que ver con la pobreza, esperando que le caiga la máxima pena al furtivo». E incluso hay quien se lo toma por el camino catastrofista y pregunta: «¿dónde vamos a ir cuando todos estén armados con hachas y cuchillos y salgan a matar animales salvajes? Hoy un jabalí, mañana una oveja, pasado mañana una vaca…».