Un furtivo es condenado a prisión tras ser multado 16 veces después de estar inhabilitado

Un furtivo ha sido condenado a cuatro meses de prisión tras acumular 15 sanciones y estar inhabilitado para la práctica de la caza. La última el pasado año, cuando trató de hacerse pasar por morralero. El denunciado acumula multas por valor de casi 50.000 euros.


 Furtivismo Canarias
Furtivismo Canarias

Foto de archivo.

Medio Ambiente le sancionó entre los años 2001 y 2006 con hasta diez multas que ascendían a un total de 18.506 euros. Dos años después fue inhabilitado y multado de nuevo con 30.000 euros.

Nada le ha hecho parar

Pero esto no detuvo a D.D.D.D., que ha acumulado un total de siete resoluciones de inhabilitación en un plazo de diez años. En 2017 fue de nuevo denunciado por la Fiscalía de Gran Canaria por desobediencia. En esta ocasión iba acompañado de ocho podencos canarios en el campo de entreno de barranco de Silva, en Telde, estando inhabilitado. La multa ascendió en aquella ocasión a 9.015.18 euros y la inhabilitación para la caza durante ocho años. Su excusa fue que iba de morralero, pero nadie le creyó.

Tras las multas, las inhabilitaciones

Las inhabilitaciones comenzaron tras el undécimo expediente sancionador resuelto con multa, que se produjo en septiembre de 2008. Ese mismo año este furtivo fue multado por decimosegunda vez en siete años, cuando ya estaba inhabilitado, por lo que la multa ascendió a 3.000 euros y otros ocho años sin licencia.

La resolución se hizo efectiva en agosto de 2009, pero un mes antes, en julio de ese mismo año, se le denunció y se le impusieron otras dos sanciones por un importe de 13.500 euros y sendas prohibiciones de ejercer la cinegética durante cinco años en cada caso. Así, en menos de un mes, entre julio y agosto de 2009, este cazador fue inhabilitado en tres ocasiones y acumuló 30.000 euros en multas.

Llega el delito

Ya en agosto de 2014 el Cabildo resolvió su decimoquinta sanción con una multa de 9.015,18 euros y otra inhabilitación de ocho años. En esta ocasión ya se le advierte que, en caso de incumplir la inhabilitación, se le podría acusar de delito por desobediencia. Algo que el Cabildo remite a la Fiscalía Provincial.

Una nueva sanción, esta vez, como hemos adelantado antes, intentando ocultar el ejercicio ilegal de la caza haciéndose pasar por morralero, le lleva a ser condenado, tras acumular 15 sanciones y continuar actuando «con intencionalidad y reiteración en su conducta», a la pena de cuatro meses de prisión e inhabilitación especial para el derecho de sufragio pasivo. En esta última ocasión dos agentes de Medio Ambiente y dos guardias civiles, que presenciaron los hechos y aportaron fotografías y un plano, desmintieron su versión de morralero.

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