Prueba de Perros de Rastro sobre jabalí salvaje

Una de las pruebas más esperada del año de cuantos campeonatos se celebra en España de perros de rastro de jabalí atraillados se disputó el pasado sábado en la finca Sabaiza del Gobierno de Navarra.


Se trata, junto con la prueba de Fonsagrada en Galicia, las dos únicas pruebas sobre jabalí salvaje, lo cual le confiere un carácter especial y único. Por ello el número y sobre todo la calidad de los perros presentados, varios de ellos venidos de otras provincias como Huesca, Guipuzkoa, Alava y Cantabria. Esta prueba es posible gracias a la Federación Navarra de Caza en la organización de la prueba, la cuadrilla de cazadores de Oronoz y Eugui encargados de localizar los rastros, la valentía del juez D. Eduardo Urmeneta y el Gobierno de Navarra propietario de la finca y siempre colaborador en este tipo de actuaciones. Con las primeras luces del alba se debe proceder a localizar un número de rastros suficientes para organizar la prueba, siendo necesarios al menos ocho o diez puntos o pasos de jabalí, mientras tanto la organización va atendiendo a los participantes hasta el inicio de la prueba, sobre las diez de la mañana. El primer rastro iniciado el sábado resultó ser una retirada muy buena puesto que el primer perro ya alcanzó la zona de encame e incluso el público asistente pudo ver el jabalí huyendo a la carrera. A continuación la organización seleccionó un segundo rastro que resultó ser muy complicado, en el argot muy duro, por el cual se fueron sucediendo perros con desigual resultado hasta finalmente perderlo y deber iniciarse en un tercer rastro, igualmente muy complicado que se acabó abandonando para finalizar la fase clasificatoria en un cuarto rastro. En la valoración realizada por el juez se tiene en cuenta los parámetros valorados en este tipo de pruebas como localización del rastro, fijación del mismo, capacidad de recuperarlo si se pierde, voz y frecuencia de voz, adhesión al rastro y estilo, todo ello bajo el prisma especial de este tipo de pruebas en el que cada rastro es diferente y cada tramo con mayor o menor roce por la vegetación los hace distintos. La fase final, que se inició pasadas las cuatro de la tarde y finalizó a las seis y cuarto, se realizó sobre dos rastros debido a un cruce inesperado de un rastro sobre el otro, otro de los factores a tener en cuenta en pruebas sobre jabalí salvaje. El resultado fue, primero el sabueso español Kaiser, conducido por el cántabro Arkaitz Beaskoetxea, tras haber demostrado tanto en la clasificatoria como en la final, en ambos casos sobre rastros muy complicados una gran nariz y mucha pasión y perseverancia. En segunda posición la perra Pintxa del navarro de Alzorriz Eduardo San Miguel, igualmente muy tenaz, siendo capaz de reconducir un rastro muy complicado y el pódium lo completó el sabueso Colega de Javier Macazaga, también proveniente de los valles cántabros de Soba, igualmente, un perro muy completo. La final estuvo completada por Txula de Julio Cesar Ortiz y Tanque de David Uriarte, que no sería justo no nombrar por la fabulosa actuación en la clasificatoria, habiéndose clasificado primero y segundo pero que en la final no dieron unas prestaciones tan altas. Tanto el público que aguanto hasta las seis de la tarde como la organización destacaron la dificultad de la prueba como la calidad de los canes presentados.
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