Una muestra preciosa ante la liebre y una obediencia envidiable de estos perros de caza

Un perro ha quedado petrificado en una muestra que define a la perfección uno de los momentos más bellos de la caza con perro. La nariz de este weimaraner apunta directamente a la liebre encamada, que aguanta la presión confiando en su casi perfecto mimetismo.


Detrás de este perro, otro braco de Weimar que permanece detrás, respetando la muestra del primero en un patrón que suma carga de belleza y tensión a la escena.

Los perros que podemos ver en las imágenes son Casper y Kenia, propiedad de José Manuel Crespo Rodríguez. Ambos tenían 6 años cuando José Manuel grabó el vídeo. Él mismo nos explica el momento: Se trata de una muestra a liebre en los terrenos del coto de un pueblo de Sevilla, El Coronil. Es algo habitual que los perros den con la rabona, ya que la zona se caracteriza por ser muy llana y ofrecer poco refugio. Personalmente, yo no le mato las liebres a los perros con escopeta».

José Manuel nos invita a ver más vídeos como este en su canal de YouTube.

Muestra, patrón y arranque de la liebre

José Manuel amplía el zoom para mostrarnos la ubicación exacta de la liebre. Se encuentra de cara a los perros, atenta a cualquier movimiento amenazante. Debe sentirse descubierta, pero confía en su velocidad.

Un leve gesto de la cabeza de Casper hace que la liebre arranque en carrera. Ambos perros comienzan una persecución que tienen perdida antes de que hubiera comenzado, por lo que el cazador les llama. Apenas dos silbidos bastan para que los perros abandonen la persecución y emprendan regreso hacia su dueño.

Obediencia férrea

Sin duda, una demostración de la gran obediencia inculcada a estos perros, algo totalmente imprescindible en casos como este, en los que una persecución más larga terminaría con los perros muy lejos del propietario, agotados, con el peligro de que crucen carreteras o caminos…

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