La ola de calor castiga a la fauna y pone en riesgo a nuestros perros

Los termómetros marcan temperaturas que superan los 40 grados, habiendo alcanzado 46 en zonas de Huelva. Desde finales de junio, las temperaturas que azotan la Península Ibérica están poniendo en riesgo la vida de muchas especies, sobre todo silvestres, que se encuentran sacando adelante a su prole.


 Ciervo
Ciervo

 Codorniz
Codorniz
 Águila Imperial rescatada en la Comunidad de Madrid.
Águila Imperial rescatada en la Comunidad de Madrid.
 Corza del Narcea
Corza del Narcea
 Pepino de mar
Pepino de mar
 Lemures refrescándose con un sorbete de muesli
Lemures refrescándose con un sorbete de muesli
 Perro policía de Viena con zapatos protectores ante el asfalto caliente
Perro policía de Viena con zapatos protectores ante el asfalto caliente

Unas temperaturas tan altas durante un tiempo prolongado se convierten en factor de riesgo para la supervivencia de especies silvestres que encuentran muchos problemas para acceder al agua, a la sombra o cuyo hábitat ha cambiado radicalmente en las últimas semanas debido a la recogida de las cosechas.

Especies afectadas por el calor

Durante estos días se suceden noticias que relatan los efectos del clima extremo que estamos padeciendo en animales como jabalíes, corzos, rapaces… Es el caso del águila imperial que fue rescatada por agentes forestales de la Comunidad de Madrid la pasada semana. Presentaba síntomas de deshidratación y agotamiento como consecuencia de la ola de calor. El ejemplar fue trasladado al Centro de Recuperación de Animales Salvajes (CRAS) del Gobierno regional, en Tres Cantos, donde se espera que se recupere.

Cambios de territorio

Una de las tendencias más recurridas por las especies animales para combatir las circunstancias que conlleva el calor extremo es el cambio de territorio. Sobre todo, las especies de caza mayor, que abandonan los montes y dehesas y se aproximan allí donde el agua y la sombra les proporcionan abrevaderos y cobijo.

Aumenta la concentración de animales en zonas de ribera y regadío, en torno a ríos y afluentes, charcas, bebederos… Pero también a lugares peligrosos para ellos. Hace pocos días nos enterábamos que el canal del Narcea, en Asturias, volvía a convertirse en una trampa para la fauna. Ante la falta de agua y el tremendo calor, una corza se adentró en el canal y le era imposible salir. Gracias a la intervención de los vecinos y al guarda del coto de la Asociación Cinegética Sierra de Pulide, Manuel Hevia, que colaboraron para conseguir sacar a la corza del agua, esta pudo salvar la vida. Pero hace tan solo una semana un corzo murió en el mismo canal.

Incluso la desorientación les lleva a adentrarse en zonas urbanas en busca de agua y alimento, como comprobábamos ayer mismo en Oviedo. Este factor tiene como consecuencia el aumento de la presencia de animales en carreteras y, con ello, el incremento del riesgo de que causen accidentes de tráfico.

Otra modificación de hábitos se produce en la práctica inactividad durante las horas de sol. Hasta que las temperaturas no descienden y el sol no castiga, es decir, en las horas crepusculares y durante la noche, resulta muy difícil ver animales buscando alimento.

La preocupación se centra en cuánto se prolongará esta situación de calor y falta de precipitaciones. Atendiendo a años anteriores, las perspectivas son muy preocupantes, puesto que llevamos varios veranos bastante secos.

Aves terminando de criar

Ante una primavera generosa en lluvias, el verano se ha convertido en la cruz de una situación que se aventuraba positiva en cuanto a la cría de nuestras especies de aves y a la entrada de especies migratorias. Las aves insectívoras, ligadas a la evolución de las flores, han visto muy mermada la cantidad de alimento disponible.

Por su parte, muchas de las migratorias que llegaron hace semanas para criar en nuestros campos se han encontrado un panorama poco favorecedor. La escasez de agua exige un gasto energético mayor a la hora de alimentar a los pollos. Veremos si estas pequeñas trashumantes han conseguido plantarle cara a la ola de calor.

Nuestros perros

Con la media veda a pocos días de comenzar, va a ser necesario que extrememos las precauciones de cara a asegurar el bienestar de nuestros perros. No olvidemos que su organismo cuenta con mecanismos termorreguladores de la temperatura que tienen un límite. Esto significa que pueden soportar temperaturas de hasta 39 y 40 grados durante un determinado tiempo sin sufrir ningún tipo de lesiones. Pero cuando esto se supera, comienza el riesgo de que se produzca un golpe de calor.

Recomendamos llevar agua durante la jornada de caza para hidratar y refrescar constantemente a nuestros perros. Las situaciones de estrés y de ejercicio prolongado son las que más contribuyen a subir la temperatura corporal del perro. Debemos tener mucho cuidado y evitar largas exposiciones al calor y al sol, sobre todo a los perros de pelo largo y a los menos «preparados» físicamente, centrando la actividad en las primeras y las últimas horas del día.

En los perros de pelo largo resulta de gran ayuda cepillarlos para eliminar los pelos muertos, que bloquean la expulsión del calor y la transpiración de la piel.

Riesgos derivados del calor

El perro beberá mucha más agua que en otras épocas. Es algo normal. Pero, cuidado, un exceso en la ingestión de líquidos puede llegar a provocar una torsión gástrica. Esta afección suele producirse cuando se acumulan de manera excesiva gases, líquidos y alimento en el estómago del animal. Ante esta situación, los ligamentos que aguantan el estómago no pueden entonces aguantar esta dilatación y sufren una torsión sobre sí mismos.

Los síntomas de la torsión gástrica son arcadas, vómitos, generalmente espumosos, salivación excesiva, inquietud, dificultad para respirar y abdomen hinchado, entre otros.

Cuidado si presenta vómitos o diarrea, puesto que en estos casos la deshidratación severa puede producirse en pocas horas. Si ocurre esto, debemos acudir con urgencia al veterinario.

La ola de calor también está teniendo terribles consecuencias en países del norte de Europa. En ciudades como Zurich y Viena han decidido proteger a sus perros policía proporcionado a sus agentes caninos unos zapatos para que no se quemen las patas y han animado al resto de ciudadanos para hacer lo mismo.

Estos cuerpos de policía han aconsejado realizar la prueba de los cinco segundos: hay que poner el dorso de la mano sobre el asfalto durante este tiempo para comprobar si la superficie está demasiado caliente para los pies de los perros. Si, efectivamente, la notamos caliente, es muy aconsejable poner este tipo de protección al perro.

Animales de granja

Las condiciones de calor extremo impactan en producción avícola y porcina, pero también de conejos y vacas. La producción de conejos en España se desplomará, según adelantan las organizaciones agrarias COAG, Asaja y UPA y la Confederación Nacional de Asociaciones de Cunicultores (Conacun) y Cuniber, hasta un 40% hasta final de año. La culpable es de nuevo la ola de calor que sufre el país y las temperaturas por encima de los 40 grados centígrados de la última semana.

También las vacas sufren los estragos del calor. Una de las causas más comunes es el estrés por altas temperaturas. Esto las lleva a comer un 25% menos y a producir en consonancia. Un considerable aumento de la mortalidad es la principal preocupación de las explotaciones porcinas y avícolas, pese al uso de sistemas de refrigeración.

Zoológicos

En Bioparc de Valencia han pasado a combatir la ola de calor proporcionando a sus animales sorbetes congelados. Los sabores difieren en función de la especie: de verduras para los elefantes; de carne para los leones; frutas y muesli para los lemures; helados de gusanos y carne picada en el caso de los suricatos y de frutas para gorilas y chimpancés.

Además, prestan especial atención a las crías y en las instalaciones de los distintos animales han instalado difusores de lluvia fina y charcos de barro. Lo mismo ocurre en el Zoo de Vigo y en otros muchos de nuestra geografía, donde las medidas para combatir el calor pasan por refrescar a los animales en las horas más cálidas del día y llevando un control exhaustivo de los habitáculos de los animales.

Animales marinos

Miles de peces han muerto en Suiza y Alemania por el intenso calor que azota Centroeuropa. Las aguas de ríos como el Rin han aumentado su temperatura hasta los 27 grados, algo letal para las especies de peces que lo habitan. Esto también conlleva que los niveles de agua bajen a gran velocidad, tanto en ríos como en lagos.

La ola de calor también está castigando a China. Desde allí nos llegan noticias de que las temperaturas de 40 grados y la fuerte humedad han causado la muerte de millones de pepinos de mar, un animal marino que está considerado un plato de lujo en la cocina asiática.

Abejas

Recientemente, el presidente de la Asociación Española de Apicultura, Miguel Ángel Casado, ha destacado el momento delicado que el calor está originando en las abejas. El calor y el sol está afectando a la floración, de la que deberían estar sirviéndose las abejas y, como las flores se han agostado o secado, no van a producir néctar. La consecuencia es que este año los apicultores prevén un descenso del 40 al 60 por ciento en la producción de miel.

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