Una hembra de mirlo se enfrenta a una marta para salvar la vida de uno de sus pollos
Una marta ha sorprendido a un polluelo de mirlo en un claro del bosque. Su madre trata de evitar que sea devorado por el depredador. ¿Logrará la mirla rescatar a su cría de las fauces del mustélido?
Las imágenes grabadas por una de las cámaras de fototrampeo instaladas en los bosques del norte de España por uno de nuestros colaboradores habituales muestran a aquellos que aún continúan pensando que en la naturaleza todos los animales se alimentan de "brócoli o zanahorias" la crudeza del mundo natural.
La marta mata y devora al pollo de mirlo pese a la férrea oposición de su madre, llega a golpear con sus patas al depredador para que abandone a su presa. Esta la realidad en la naturaleza: unos animales mueren para posibilitar la supervivencia de otras especies.
Cámaras en nuestros bosques que recogen imágenes sorprendentes
El espectacular documento que recoge la lucha por la supervivencia entre presas y predador ha sido grabado por Pedro, un cazador aficionado a la fotografía y al fototrampeo en el Alto Sil leonés, una de las joyas ambientales de la cordillera cantábrica. En la misma zona, una de las cámaras instaladas por el cazador grabó en un corto periodo de tiempo las imágenes de 14 especies diferentes. Entre ellas lobos, osos, martas, gatos monteses, tejones, ginetas o nutrias.
La hembra de mirlo común se juega la vida para salvar la de su cría
Una marta, mamífero carnívoro de la familia de los mustélidos, caza a plena luz del día, pese a que sus hábitos son nocturnos un pollo de mirlo común que se encuentra en una claro del bosque junto a su madre. Las martas se alimentan de pequeños mamíferos, aves, insectos y ranas. También comen algunos frutos y huevos de pájaros.
La hembra de mirlo, especie de ave paseriforme de la familia Turdidae, reacciona plantando cara al mustélido para que suelte a la cría. Las parejas de mirlos ocupan un territorio durante la época de cría, no tolerando en él la presencia de ningún otro ejemplar de la misma especie. Normalmente incuba la hembra en solitario de 3 a 6 huevos en cada puesta. La incubación dura de 11 a 14 días. Los polluelos permanecen en el nido unos 12 o 13 días, abandonándolo cuando apenas pueden volar.
El pájaro, en su desesperación, golpea al depredador logrando que abandone durante unos instantes al pollo, ya sin vida. Dos minutos más tarde la marta regresa en busca de su presa para devorarla con tranquilidad aprovechando que su madre se ha marchado del lugar.
Javier Fernández
