Murcia

Un cazador de 70 años abate al salto un jabalí en un peligroso lance

Un cazador septuagenario abate un jabalí de afiladas navajas mientras cazaba con sus podencos portugueses. No es el único gran ejemplar abatido por el podenquero esta temporada. El experimentado cazador murciano se ha hecho este año cinegético con varios cochinos con boca, entre ellos uno medalla de oro.


  Cazador 70 años caza gran jabalí
Cazador 70 años caza gran jabalí

El último de los grandes ejemplares cazado por Pedro García ha sido un cochino de 100 kilos con un notable trofeo. El jabalinero lo abatió a menos de tres metros mientras perseguía a sus podencos. Un arriesgado lance para cazador y perros que el podenquero supo solventar con eficacia.

Un perrero con más de cinco décadas de experiencia en la caza

Pedro García es un podenquero catalán, que gestiona, junto a un grupo de compañeros, un acotado en el municipio leridano de Ponts, situado en la comarca catalana de La Noguera. De las diferentes modalidades de caza que los socios pueden practicar en los terrenos que gestionan, la del jabalí sólo se autoriza los sábados.

Es un gran apasionado a los perros de caza. Posee, junto a su compañero Manel, una cuadrilla de 14 perros únicamente compuesta por podencos portugueses de talla pequeña, mediana y grande.


Cien kilos pesó el peligroso jabalí. Grandes colmillos los del jabalí que se enfrentó a cazador y perros.

Ha cazado un jabalí de 209 kilos

El cazador ha abatido varias decenas de jabalíes con notables trofeos a lo largo de su trayectoria cinegética. Entre los cochinos abatidos por el podenquero, destaca un ejemplar de 209 kilos. No te pierdas cómo consiguió las impresionantes navajas de este gran macareno que plantó cara a los perros durante más de 30 minutos en el interior de un zarzal.

Pulsa en la siguiente imagen para conocer los detalles de la caza de este monstruo:

Pedro, el perrero que cazó el macareno, nos narra el lance:

En esta ocasión, Pedro y su amigo Jaime acudieron a la llamada de un agricultor al que los gamos le estaban destrozando los cultivos. Para ahuyentar a los ungulados de la zona, decidieron cazar unos barrancos de monte próximos a los sembrados.

El lugar estaba repleto de huellas de paletos, pero estos no se encontraban en la mancha de monte. Junto a las pisadas de los gamos Pedro pudo ver en varias ocasiones el rastro de un gran jabalí. La mañana transcurrió sin ninguna ladra.

Cuando los cazadores regresaban a sus vehículos uno de los podencos de Pedro ladró de parada. Según el podenquero por la forma de ladrar el perro se trataba de un jabalí. Los canes se enfrentaban al cochino en una zona de espesa vegetación. A pesar de la valentía de estos no eran capaces de hacer que el jabalí abandonara su ocultación. El veterano montero, pese a lo inclinado del terreno, logró situarse junto a sus perros.

El jabalí embiste a cazador y perros

Minutos más tarde, vio como los podencos huían despavoridos del zarzal donde se refugiaba el cochino. Su experiencia le decía que tras ellos venía un gran jabalí. Se encaró su escopeta del calibre 12 consciente de lo peligroso de la situación.

Nada más ver el macareno al podenquero se dirigió hacia él. Pedro sin dudarlo disparó en tres ocasiones su arma. Los impactos desviaron al cochino de su trayectoria. A pesar de recibir tres balazos a bocajarro el jabalí continuó corriendo unos metros perseguido por los perros.

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