Granada

130 kilos y grandes colmillos: caza el jabalí que todos los cazadores anhelan

Un esperista granadino abate un jabalí con unas gruesas y afiladas navajas después de tres meses tras su pista. El cazador vio por primera vez las huellas del gran jabalí a primeros de noviembre. En numerosas ocasiones ha tratado de abatirlo, pero hasta hace diez días no fue capaz de ponerlo a tiro de su rifle.


  Caza jabalí espera
Caza jabalí espera

Se trata del mayor ejemplar cazado por el esperista en más de una década realizando aguardos. El cochino pesó 130 kilos y portaba en su boca unos impresionantes colmillos y amoladeras.

Abate un jabalí de 130 kilos que estaba causando graves daños en un almendral

La perseverancia y el sacrificio de Álvaro Fernández Rubí, soportando las bajas temperaturas que marcan los termómetros en estas fechas en tierras granadinas, hicieron posible que lograra abatir el macareno que le llevaba quitando el sueño hace tres meses.

El cazador, de 35 años, vio por primera vez las huellas del solitario una tarde mientras daba un paseo por el coto en el que caza habitualmente. Al siguiente día regresó a la zona donde había visto las pisadas. En varios árboles de la mancha pudo ver las marcas de sus navajas. Dada la altura y la profundidad de estas en los troncos se trataba de un macho enorme.


Álvaro Fernández junto al gran jbalí cazado en aguardo nocturno.

Tres meses de esperas necesitó el cazador para abatir al espectacular jabalí

A partir de ese día Álvaro únicamente tenía en mente dar caza a este gran ejemplar pese a que en el acotado habita una notable población de cochinos. Desde esa fecha realizó más de dos decenas de aguardos, pero el astuto jabalí siempre detectaba su presencia o simplemente no pasaba por sus veredas habituales.

Su suerte cambió la noche del martes 18 de enero. Por fin el macareno cometió un error y no fue capaz de ventearlo. Lo abatió en una plantación de almendros de un efectivo disparo de su rifle de la marca Bergara del calibre 30-06.

La bala que salió del cañón del arma impactó en el codillo del suido a 120 metros de distancia. Dadas sus extraordinarias navajas el cazador ha decidido inmortalizar su trofeo.

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