Cantabria

Ganadera y cazadora: mujer rural

Esta ganadera y cazadora cántabra es un ejemplo de la sacrificada vida de la mujer rural. Para la que no existen horarios y en la que se antepone el bienestar de sus animales y su familia a todo los demás.


 María José Mata ganadera y cazadora
María José Mata ganadera y cazadora

Es propietaria de una explotación ganadera familiar que heredó de sus padres y que, a día de hoy, pese a las grandes dificultades que está pasando el sector debido a la pandemia que estamos sufriendo y la importación de carne de terceros países, sigue siendo su modo de vida.

Ganadera a jornada completa en ocasiones de 16h diarias

María José Mata es una ganadera cántabra que reside en el municipio de Santillana del Mar, situado en la costa occidental de Cantabria. Es hija de Joaquín y Josefa, ambos también ganaderos, en su caso poseían una explotación láctea que heredó su hija y que en la actualidad está dedicada a la producción cárnica. Junto a María trabajan en la ganadería su pareja Mario y la hija de ambos, Lucía.

La explotación ganadera de nombre Serma S. C. está compuesta por más de 100 ejemplares de la raza bovina limousin, originaria del sur de Francia, principalmente de la zona de Limousin. Los animales se encuentran en libertad gran parte del año, mientras que en invierno permanecen estabuladas.

 Ganadera y cazadora
Ganadera y cazadora

Una familia en la que todos los miembros son cazadores.

Ganadera y cazadora

La mayor de sus pasiones es la caza. Los tres miembros de la familia son cazadores. Mientras que María y Mario en la cuadrilla vitoriana de cazadores en la que pertenecen, de Alacan, desempeñan la función de cazadores a puesto, su hija, Lucía, se encarga de levantar a los jabalíes de sus encames junto a su cuadrilla de perros de la raza sabueso español y algún grifón.

María es cazadora desde hace ya más de tres décadas, gracias a su pareja Mario, que la llevó por primera vez de caza. En sus comienzos en el mundo cinegético, la caza menor al salto era la modalidad que practicaba pero, debido a la decadencia de la perdiz y del conejo, así como a y la proliferación del jabalí, comenzó a asistir a las batidas. A lo largo de su trayectoria cinegética ha logrado abatir más de una decena de jabalíes de grandes bocas.

 Ganadera y cazadora

El primer jabalí de su vida lo cazó en la Reserva del Saja. A la derecha, jabalí medalla plata que la cazadora abatió en Huesca.

Un jabalí medalla de plata

Entre las más importantes está la de un cochino medalla de plata que abatió en la provincia de Huesca en el año 2008. Lo consiguió en el puesto de testero de la armada de cierre que le tocó en suerte en una mancha de monte bajo.

Por la emisora pudo oír cómo decían los rehaleros que los perros habían levantado de su encame un jabalí de gran tamaño. En un primer momento, ante la lejanía de las ladras de los perros, la cazadora pensó que trataría de eludir el cerco por otro punto de la mancha. Con el paso de los minutos, se oían a los canes cada vez más cerca, hecho que hizo ponerse a la cazadora en alerta.

En ese instante, algo le decía a María «este viene para acá». Entre la maleza, lo pudo ver por primera vez a 200 metros, «era una mole» se dijo la montera. El aplomo de la cazadora le permitió abatir al macareno, ya que lo dejó cumplir y no disparó hasta que no se encontraba a 60 metros de su postura, justo en el instante en el que intentó atravesar una vereda.

El disparo que salió del cañón de su rifle FN hirió mortalmente al cochino. Fue encontrado por los perros a escasos metros en la maleza.

 Ganadera y cazadora

Junto a su hija, que desde pequeña ha mostrado pasión por la caza. A la derecha, Lucía, su hija, prefiere romper monte junto a sus perros rastreando a los jabalíes.

El paso de una corza le permitió abatir un jabalí medallable

El mayor cochino que ha cazado en su vida fue en el año 2015 en una batida entre amigos en una finca abierta de la localidad leonesa de Villanueva de Omaña, perteneciente al municipio de Murias de Paredes. Estaba colocada en un puesto de cortadero.

A media mañana, la cazadora vio cómo una corza cruzaba el cortafuegos en el que estaba ubicado el puesto. La manera de atravesar el claro sin ser perseguida por los perros hizo pensar a la montera que algún otro animal la había asustado con su paso. Su intuición no se equivocó, ya que segundos más tarde cruzó por el mismo lugar un enorme jabalí. Lo hizo a 100 metros de su postura.

Nada más verlo, apretó el gatillo en dos ocasiones. Ambos disparos impactaron en el cuerpo del animal. El primero lo hirió, mientras el segundo impactó en el codillo, acabando por derribarlo.

 trofeo jabalí
trofeo jabalí

Algunos de los mejores trofeos de jabalí conseguidos por la cazadora.

 

Colaboración de Eusebio Ezquerra, administrador del grupo de Facebook Solo Jabalí.

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