Cae en la trampa la presa más sorprendente e inesperada: un niño
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Cae en la trampa la presa más sorprendente e inesperada: un niño

En el vídeo se puede comprobar cómo la curiosidad característica de los niños puede jugarles malas pasadas cuando se encuentran con algún objeto desconocido y deciden averiguar de qué se trata.


Hoy os traemos un vídeo que, aunque solo se relacione con la caza de forma muy tangencial resulta curioso y en cierto modo simpático. Simpático porque tiene un buen final ya que en caso contrario podría haber resultado muy dramático.

En el vídeo publicado por RushBrush en su cuenta de Facebook se puede ver cómo un niño muy pequeño queda atrapado en una jaula-trampa para cazar animales vivos. Afortunadamente, y con sumo cuidado, su padre consiguió sacarlo ante las risas de sus hermanos, también pequeños y también inconscientes del riesgo que había corrido el menor.

Jaulas trampa

Son unos dispositivos utilizados para capturar animales vivos. Suelen contener una caja resistente con una puerta que se mantiene abierta y con un mecanismo de cierre que se activa cuando el animal entra en la jaula para obtener un cebo. Una vez que el animal está dentro, pisa un accionador que cierra la puerta de forma que queda atrapado sin sufrir ningún tipo de daño. La finalidad del pasillo de entrada y salida es para que el animal no sufra ningún agobio al entrar.

Es un método de captura de animales que, con los menores daños para ellos y la mayor eficacia, posibilita el control de la población de determinados animales en un coto de caza. Solo hay que esperar a que piquen, entrando en ellas, y activen los mecanismos automáticos que les encierran en estas jaulas.

Resulta muy práctico para cazar algún tipo de animal salvaje sin ocasionarle la muerte. Una vez capturados, se trasladan a otro lugar o se liberan en su hábitat natural lejos de las áreas urbanas o de cultivo. Tienen distintos formatos, entrada y cebos para poder atraer a cada tipo de animal: conejos, zorros, palomas, urracas, y, como hemos visto, hasta niños. Permitidme la licencia humorística. Incluso pueden capturar jabalíes con las jaulas trampa especialmente diseñadas para estos animales salvajes.

¡Cuidado con los niños!

Aunque muchas de las trampas para animales ya vienen con seguro para que los niños no las puedan manipular, un caso como el del vídeo no es tan difícil que suceda. Por eso nunca debemos dejar a los niños cerca de ningún aparato que los ponga en el mínimo riesgo. Seguro que nosotros, los adultos, no imaginamos que un niño pueda sentirse atraído por cosas que nos parecen absurdas, pero que para ellos es todo un descubrimiento y, consecuentemente, un peligro potencial. Toda vigilancia es poca.

 

El riesgo silencioso de los pesticidas

Los pesticidas tienen un nivel de toxicidad y presentan algún riesgo para los bebés y los niños ya que son más sensibles a sus efectos tóxicos que los adultos.

El cerebro, el sistema nervioso y los órganos de un bebé aún están en desarrollo después del nacimiento. Al exponerse, el hígado y los riñones inmaduros del bebé no pueden eliminar los pesticidas del cuerpo como el hígado y los riñones de un adulto. también están más expuestos ya que toman más respiraciones por minuto y tienen más superficie de piel en relación a su peso corporal. Asimismo, suelen pasar más tiempo cerca del suelo, tocando zócalos y céspedes donde los pesticidas pueden haber sido aplicados. También se sabe que los niños a menudo comen y beben más en relación con su peso corporal que los adultos, lo que puede conducir a una mayor dosis de plaguicida por kilogramo de peso corporal. Entre los pesticidas más comunes están los repelentes de insectos, los productos para el control de roedores y productos para el cuidado del césped y el jardín

Estas exposiciones no producen síntomas de intoxicación inmediata. Sin embargo, los estudios sugieren que estas exposiciones pueden afectar el desarrollo y la salud del niño.

“La curiosidad mató al gato”. Evitemos que la curiosidad mate a un niño.

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