Un oso despedaza una colmena en busca de miel y las abejas se lo hacen pagar caro
En vídeo

Un oso despedaza una colmena en busca de miel y las abejas se lo hacen pagar caro

Los ataques de osos pardos a colmenas se han vuelto un habitual en las zonas de España en las que están presentes y se estila la apicultura.


El oso es a la apicultura lo que el lobo a la ganadería. Lo saben bien las personas que viven en el campo y de él. Las tradicionales actividades ligadas al medio rural corren serio peligro. Ambos depredadores están protegidos por ley y sus poblaciones están blindadas, no se pueden controlar. Si bien el oso aún no ha llegado a los niveles tan preocupantes que ha alcanzado el lobo, sigue el mismo camino.

El Bierzo: tierra de vino, botillo y osos

Recientemente un apicultor alertó al Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) de la presencia de osos en su finca. No hay día en que los úrsidos no visiten su propiedad y le destrocen alguna de las colmenas.

Este no es un caso aislado por desgracia. En los últimos años muchos han sido los apicultores que sufrieron ataques de oso. En 2022, zonas productoras de miel como Páramo del Sil, Montes de Valdueza, Molinaseca o Rimor, sufrieron cuantiosos daños, algunos de hasta 20.000 euros según la información ofrecida por la Sociedad Cooperativa Apícola del Bierzo.

Un ataque reciente

También en El Bierzo tuvo lugar un ataque que devastó, en los últimos días, 48 colmenas de una propiedad de 64, es decir, más de la mitad. Las pérdidas económicas ascendieron a casi 10.000 euros. Se trata de una explotación profesional con trayectoria familiar. En palabras de su dueño: “mi padre antes de que yo montase la explotación profesional ya llevaba 30 años con ello”. Además de los evidentes daños materiales y económicos, otro de los grandes perjuicios es el tiempo invertido en lograr una selección genética adecuada. El impacto psicológico en los insectos es otra de los efectos pues el estrés disminuye la capacidad para recolectar de las abejas, así como la de cuidar y mantener en buenas condiciones su colonia.

El vídeo

Esta grabación publicada en YouTube por FAPAS, muestra cómo un oso destroza una colmena. La reacción de las abejas no disuade al úrsido, más bien logra el efecto contrario. El revoloteo molesta al oso y los picotazos lo enfurecen, volviéndolo cada vez más agresivo.

 

Colmenas a prueba de osos

Asturias tampoco se queda atrás si hablamos ataques de osos. Ante la dificultad de sacar adelante explotaciones apícolas en 2020 el FAPAS puso en marcha un proyecto para construir colmenas con tubos de PVC. Este diseño ha evolucionado a lo largo de aproximadamente una década de experimentación con diversos tipos de colmenas. Inicialmente, se probaron a hacer con bloques de hormigón, pero, aunque mostraron una gran resistencia resultaron difíciles de transportar debido a su gran peso y volumen. Posteriormente, se exploraron las colmenas de PVC por ser un material resistente y más ligero. Sin embargo, estas colmenas presentaron un menor nivel de supervivencia para las abejas debido a la falta de espacio interior, lo que llevó a considerar la necesidad de ampliarlas.

Así se llegó al diseño actual, que ha sido sometido a pruebas en alta montaña, a 1.300 metros de altitud y con intensas nevadas. Los resultados favorables y el aumento en la supervivencia de las abejas han motivado al FAPAS a reformular el diseño de las colmenas de PVC y crear esta nueva versión “anti-osos”.

No image

 

No sólo atacan a colmenas

En Asturias los osos no sólo causan estragos en colmenas. Las personas y el ganado también son víctimas de sus ataques. En 2021 una mujer resultó herida mientras paseaba con unos familiares en una aldea de Grandas de Salime. El año pasado, un ganadero se personó ante la Consejería de Medio Rural para denunciar los constantes ataques que estaba sufriendo. Llevó consigo con el cadáver de una de las terneras. Puedes acceder a la noticia haciendo clic aquí.

La misma sensación de rabia e impotencia la sintió otro ganadero asturiano que vio como una osa y sus crías terminaban con la vida de una de sus ovejas y su cordero. El hombre se encontraba, para colmo, paseando con su bebé por las inmediaciones de la finca.

Comparte este artículo

Publicidad