Un lobo caza un jabalí en las calles de un pueblo de 2.800 habitantes
Videonoticia

Un lobo caza un jabalí en las calles de un pueblo de 2.800 habitantes

Una persona que se dirige hacia su vehículo se encuentra en pleno centro urbano con estas impactantes imágenes. Un lobo ha atrapado un cochino y trata de degollarlo, a pesar de la cercanía del humano.


Cazadores de diferentes puntos de España aseguran que la presión de los lobos está desplazando a los jabalíes y corzos a las proximidades de los núcleos urbanos. Este hecho está provocando problemas a la ciudadanía y numerosos daños en las zonas ajardinadas.

Cada vez hay más lobos

El informe sobre la situación del lobo ibérico en España: poblaciones y efectos en la ganadería elaborado por la Fundación Artemisan asegura que la población de lobos ha aumentado un 26% en la última década. Se cifra el número de manadas en 400 las compartidas entre comunidades y en 380 las que habitan exclusivamente en el territorio de una autonomía. La mayor parte de estos lobos se encuentran en Castilla y León, Galicia, Asturias y Cantabria.

Invaden las calles de las ciudades ubicadas en zonas lobunas

Lo que hace una década era algo impensable se ha convertido en algo cotidiano en las urbes de las comunidades autónomas en las que está presente el lobo. Encontrar lobos rebuscando en la basura, matando ganado en el interior de los pueblos o cazando perros en las casas es, desgraciadamente, algo cada día más habitual.

Y, como muestra irrefutable de ello, el vídeo que compartimos hoy. Michele Fabriani ha publicado en la página de Facebook en defensa del mundo rural Ruralpini Resistenza Rurale las impactantes imágenes que registran el momento en el que un lobo trata de acabar con la vida de un jabalí en las calles de San Polo dei Cavalieri, localidad italiana de la provincia de Roma. El cochino lucha por su vida, pero el depredador lo tiene fuertemente agarrado.

 

Lo que resulta sorprendente de este vídeo no es sólo la escena de caza que se está produciendo en la vía de una ciudad, es también el hecho de que al depredador no le asuste la presencia de la persona que a pocos metros lo graba intentando acabar con la vida del cochino.

 


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