ADECANA informa: banco genético de perdiz roja en Navarra

ADECANA informa: banco genético de perdiz roja en Navarra

Desde ADECANA entrevistamos a Jesús Azparren de Muruzábal, para que nos explique lo que es y lo que hay detrás de un banco genético de perdiz roja en Navarra.


-¿Qué es y cuándo se crea este banco genético?

Ni yo sabía lo que era. Lo denomina así el Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobierno de Navarra. Consiste en disponer, en cautividad, de ejemplares de perdiz roja autóctona, y de linaje puro, susceptibles de ser empleadas para realizar acciones de repoblación si la escasez de ejemplares en libertad y el riesgo de extinción así lo exigiera.

Me propusieron crearlo en el año 2016. Yo acepté porque tenía experiencia en la cría de esta perdiz y contaba con el aval y el apoyo científico de José Antonio Dávila, el investigador del Instituto de Recursos Cinegéticos que desarrolló los marcadores (sucesiones de ADN) que sirven para diferenciar una perdiz roja pura de una híbrida.

Me autorizaron para hacerlo ese mismo año. Me renovaron esta autorización para cuatro años más en 2018 y me la volvieron a renovar para otros cuatro en 2022.

-¿Por qué crees que tienen interés en crear este banco genético?

Según leo en las resoluciones que me dieron, la perdiz roja ha experimentado un gran retroceso en su área de distribución por diferentes motivos, entre los que destacan la drástica transformación de su hábitat o la hibridación con ejemplares provenientes de territorios vecinos o sueltas clandestinas. Esto ha llevado a que la viabilidad de sus poblaciones se encuentre en una situación preocupante como apuntan, también, los científicos expertos del I.R.E.C.

-¿Cómo se consigue realizar este proyecto?

Para ello, y siempre con la autorización del coto correspondiente, pido colaboración, sobre todo, a Sociedades de cazadores y a Cooperativas agrarias.

Las perdices las obtengo de diferentes maneras: huevos de nidos destruidos por trabajos en infraestructuras o tareas agrarias, pollos cuyos progenitores han sido depredados o muertos por diferentes motivos, perdices alicortadas en el ejercicio de la caza, etc.

El procedimiento es muy laborioso. Por ejemplo, en el caso de los huevos recogidos de un nido destruido, los recojo rápidamente y los meto en la incubadora. Cuando nacen, y para llevar su trazabilidad, les pongo una anilla numerada de las que se utilizan para canarios, indicando en una ficha su procedencia y fecha de nacimiento. A medida que van creciendo les voy cambiando de anilla para que no se le estrangule la pata, hasta que, con tres meses, les coloco la definitiva.

Envío un informe al Departamento de caza y pesca con la relación y datos de capturas. Ellos mandan a personal veterinario para extraerles muestras de sangre. Estas muestras se remiten al laboratorio del IREC en la Universidad de Castilla La Mancha. Cuando nos comunican los resultados, incorporo las perdices rojas puras al plantel de reproductores y descarto las híbridas.

-Parece ser un trabajo que requiere mucha dedicación, ¿Qué subvenciones o bolsa económica has recibido?

Ni un solo céntimo. Efectivamente requiere mucho trabajo, los pollos de perdiz, en sus primeros días, son muy vulnerables. Los meses de mayo, junio, julio y agosto tienes que estar muy encima. Olvídate de vacaciones en ese periodo. También me cuesta dinero. Solamente el gasto del análisis genético es de 25€ por perdiz, súmale el pienso, la energía, etc.

-¿Dispones ya de una oferta de perdices? ¿Dónde, cuándo y de qué manera realizarías una repoblación para que tuviera éxito?

Si. El año pasado ya disponía de unos cientos de ejemplares capaces de ser empleados para repoblar, y así se lo hice saber a la Administración.

Hay que tener muy claro que las repoblaciones solamente las debemos realizar cuando la perdiz natural haya desaparecido totalmente o su población sea tan escasa que su variabilidad genética esté comprometida.

El siguiente paso sería trabajar en las causas que han originado el declive de sus poblaciones en la zona que queremos repoblar y que, en la mayoría de las ocasiones, tiene que ver con el deterioro de su hábitat. Si no lo hacemos, el fracaso de la repoblación está asegurado.

Dicho esto, emplearemos perdices con total garantía genética y sanitaria. Algo muy importante es que su selección en cautividad se parezca lo más posible a la natural. Es decir, en la naturaleza sobrevive la más brava, la que ha superado la depredación, la caza, la climatología adversa, etc., Una granja convencional, en general, seleccionará las perdices más prolíficas para obtener mayor rentabilidad.

Lo siguiente ya es de libro: una jaula de aquerenciamiento a su nuevo entorno, un pastor eléctrico para que no se acerquen depredadores, suministro de semillas iguales a las que se van a encontrar tras su suelta, bebederos, etc.

-Hablas de variabilidad genética. ¿Qué importancia tiene en la viabilidad de la perdiz?

Las perdices, desde su nacimiento, viven en bandos familiares, pero tienen un mecanismo para preservar esa variabilidad. Antes del celo, a finales de febrero, se juntan bandos de diferentes familias y se intercambian individuos, formando las futuras parejas. Si se han reducido mucho sus poblaciones este mecanismo puede fallar originando endogamia (apareamiento entre individuos emparentados). La endogamia, para cualquier especie, suele ser el paso previo a su extinción.

Las perdices repobladas introducirían sangre nueva, de unas zonas lejanas. Esto de manera natural nunca sucedería ya que el radio de acción de la perdiz es relativamente corto.

-¿Habéis hecho algún proyecto o ensayo con tus perdices?

De momento no. El año pasado me hablaron de hacer un ensayo, pero, al final, no se realizó. Este año no he tenido ninguna noticia y me han decepcionado. Pero aún me han decepcionado más al saber que un coto ha solicitado realizar un proyecto para la reconstrucción de las poblaciones de perdiz en una zona totalmente arrasada por el incendio del pasado año y la Administración no se ha dignado, ni si quiera, en contestarle. Me parece una falta de respeto que no debemos permitir. No sé si tenemos una mano negra en el Departamento o si lo que pretenden es que no cacemos la perdiz en un futuro cercano. Pero lo que sí sé, es que ya van dos años en los que me han ignorado, y si continúan haciéndolo con el nuevo gobierno, el próximo será el último que siga con este proyecto porque, aunque quisiera, no me lo podría permitir.

Desde ADECANA, como siempre hemos hecho, vamos a seguir apoyando a este entusiasta defensor de la perdiz roja salvaje y pura de Navarra.

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