«Te vamos a pegar un tiro»: Un motorista amenaza de muerte a un guarda rural después de arrollarle con su moto
Ha tenido que ser atendido en un centro hospitalario. El atropello le ha dañado los ligamentos de la rodilla de la pierna izquierda. Los hechos han sido denunciados esta mañana en la Comandancia de la Guardia Civil de Nerva. Hablamos con el guarda rural que ha sufrido el atropello y las amenazas.
Esta es la tercera agresión a Guardas Rurales de las que tenemos constancia en lo que va de mes. El sábado 9 de septiembre un guarda toledano fue agredido por cuatro individuos cuando los sorprendió furtiveando conejos. Este mismo profesional, un día más tarde, fue golpeado por un presunto furtivo con el tronco de un olivo cuando le recriminó el hecho de estar atrapando conejos sin permiso en el acotado que gestiona. Ambas agresiones han sido denunciadas en la Comandancia de la Guardia Civil de Santa Olalla.
El guarda rural desempeñando su trabajo.
Le atropellan y dejan malherido en el suelo
Á. M. es el guarda rural del ayuntamiento de Berrocal, municipio de la provincia de Huelva. El consistorio onubense, la sociedad de cazadores local y la cooperativa corchera hace varios meses acordaron la contratación del profesional. La víctima nos explica cómo sucedieron los hechos:
-"Mientras realizaba ayer por la tarde una ronda de vigilancia por la zona de las Cortesillas, parte del término municipal de Berrocal, sufrí una agresión por parte de un motorista de enduro. A las 20:20 horas detengo mi vehículo para observar el terreno con los prismáticos. Mientras estoy oteando el monte, escucho el ruido de dos motos de enduro. Una vez localizadas, les pido a los conductores que se detengan para poder identificarlos, ya que por el alto riesgo de incendio no se puede circular por caminos con vehículos a motor sin previa autorización.
En una de las motos, de color blanco y azul de la marca Yamaha, iban dos ocupantes mientras que el segundo vehículo, de color blanco, llevaba a una sola persona. Ambas motos se detienen al ser interceptadas. Les solicito que apaguen los motores en repetidas ocasiones para poder identificarlos. Ambos conductores hacen caso omiso a esta solicitud.
En el instante que intento ponerme en contacto con las fuerzas de seguridad del estado para comunicarles lo sucedido, soy arrollado por una de las motos. Del impacto, caigo al suelo. La persona que me ha atropellado detiene la moto a unos diez metros para decirme que me va a pegar un tiro mientras me apunta con uno de sus dedos".
Javier Fernández
