‘El que hizo la ley hizo la trampa’: Presunto incumplimiento de la normativa cinegética por parte de la Guardería del Principado de Asturias
Asturias

‘El que hizo la ley hizo la trampa’: Presunto incumplimiento de la normativa cinegética por parte de la Guardería del Principado de Asturias

Los guardas del Principado están matando, presuntamente, de forma indiscriminada y durante la veda, jabalíes en las inmediaciones del pueblo asturiano El Alisal perteneciente a al concejo de Ribadesella.


Los vecinos del pueblo de El Alisal llevan semanas oyendo disparos en medio de la noche en una zona conocida como “La Mediana”. Se trata de una zona rasa, de plantaciones agrarias y aprovechamiento ganadero, que se encuentra a la vera del río Sella. En ella hembras de jabalíes crían a sus rayones aparentemente tranquilas, pero ahora, las cosas han cambiado.

“El que hizo la ley, hizo la trampa”

“Si el plan de caza establece que los jabalíes se cazan hasta febrero porque luego paren las jabalinas, no es entendible que alguien vaya a matar las crías en junio”

Con esa frase denunciaba la situación uno de los cazadores de la zona, que pilló in fraganti a dos guardas en “La Mediana” rifle en mano el sábado.

“El que hizo la ley, hizo la trampa”. Nunca una frase había cobrado tanto sentido.

Los cazadores de la zona lamentan y denuncian que existan dos varas de medir: una para ellos y otra para los guardas del Principado, cuando los animales son los mismos.

Mientras que a los cazadores se les impone una temporada en la que se pueden abatir animales y otra de veda, durante ese último periodo, la administración mata indiscriminadamente. Si bien el Boletín Oficial del Principado de Asturias recoge en sus medidas legislativas la opción de flexibilizar algunos aspectos de la Ley Regional de Caza, como por ejemplo Permitir y fomentar la caza de hembras adultas, crías y jóvenes al menos fuera de las épocas más sensibles de reproducción de la especie”, los cazadores denuncian que se abatan ejemplares sin limitación alguna en las zonas que gestiona la Administración. “Eso en los cotos, no ocurre, se respetan las épocas de cría y no se realizan masacres. Así debería ser en todos los territorios.”

“Lo que se debería hacer es tomar medidas dentro del periodo hábil de caza, y por supuesto deberíamos ser los cazadores quienes las lleváramos a cabo. Medidas cómo realizar batidas en zonas con mucha densidad, como pueden ser los refugios o las reservas; ampliar el cupo de ejemplares o hacer un mayor número de recechos…

De esta forma, se gestionarían las poblaciones sin prácticas tan poco éticas como las que está llevando a cabo la administración”-sentenciaba el cazador.

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En rojo, La Mediana. En negro, el Prau de San Juan. En amarillo, zonas de viviendas.

Furtivismo… ¿legal?

“La Mediana” es un refugio en el que la actividad cinegética, como tal, no está permitida. Sin embargo, la Administración se encarga de su gestión y control poblacional como ocurre con las Reservas y Parques Regionales. Recordemos el caso tan sonado de Monfragüe.

A priori no hay problema, todo parece legal, pero cuando se “gestiona” fuera de época, de noche, a pie de carretera, poniendo en peligro a otras personas y animales…

Entonces la cosa cambia.

Hablamos con el cazador que la pasada noche de San Juan se encontró con los guardas, quien nos traslada, en primera persona, el sentir general y la crispación que se respira en esta zona desde hace semanas:

“El viernes 23 se celebró la Noche de San Juan en Ribadesella, a un kilómetro escaso de “La Mediana”. El “prau de San Juan” aglutinaba entonces a muchas personas y multitud de vehículos circulaban por las carreteras del concejo. Mientras tanto, los guardias se encontraban disparando tiros muy cerca de esas zonas tan transitadas (…)

Esta guardería, desde luego incumple muchas normas de caza.

Punto número uno: estamos en época de veda; dos: están las jabalinas con rayones; tres: nocturnidad y utilización de focos nocturnos; cuatro: los puestos al lado de los caminos y además, un agravante: la bala puede no impactar en el suelo, al tratarse de una zona rasa, y desplazarse incluso kilómetros, cuando al otro margen del río Sella- a escasos 300m- hay numerosas viviendas, el “Barrio del Cobayu”, por ejemplo. Por ello los cazadores entienden que es un incumplimiento de las normas”.

Un vecino denuncia los hechos

“Un vecino de la zona, cazador y amigo mío, llamó ayer al 112 para denunciar el caso. Desde este teléfono, le remitieron al cuartel de la Guardia Civil de Gijón y desde allí le informaron de que efectivamente había “una cacería autorizada”. Cuando el vecino insinuó que cómo era posible que se hiciera eso, estando en época de veda, la respuesta del guardia fue que las normas y las vedas las ponen ellos. Literalmente.”

Así nos narraba todo nuestro entrevistado. Pudimos sentir su indignación con el tono con que pronunció nada una de las palabras.

Disparos nocturnos que afectan al ganado cercano

No sólo son los cazadores denuncian esta situación. Hace unos días un vecino fue al cuartel local de la Guardia Civil para denunciar que no era la primera vez que su ganado, que estaba en sus fincas situadas en “La Mediana”, se escapaban a consecuencia de los disparos. El ganadero no sólo lamentaba que esos disparos nocturnos asustan y estresan a las vacas, sino que también teme por su integridad física ya que podrían ser alcanzadas por un disparo, atropelladas o incluso caer al río.

Nada nuevo bajo el sol

“Esto lleva pasando desde hace años y nadie hace nada. En Caravia, en El Sueve, en Picos de Europa… en muchos refugios y reservas asturianas los guardas del Principado matan cada año indiscriminadamente, hembras machos y crías, con total impunidad.

Los cazadores estamos cansados de esta situación porque pese a que somos los que más nos preocupamos por la fauna, somos los que peor estamos vistos por la sociedad y los que cometen atrocidades son los de la propia administración. Pero claro, eso la mayoría de la gente no lo sabe.”

Tal y como narraba este cazador, se trata de una situación injusta para los cazadores y para las propias especies cinegéticas. Mientras los cazadores respetan las épocas de cría y cumplen con los Planes de Caza, las autoridades utilizan su poder para obrar al margen de una ley que ellos mismos imponen a los cazadores. Matanzas indiscriminadas que se cobran la vida de muchas crías. Algo inaudito y lamentable.

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