Abate un ejemplar de corzo excepcional
Cinco puntas en una cuerna, tres en la otra y un grosor espectacular. Consigue hacerse con un verdadero capricho de la naturaleza, con el corzo de su vida.
David, un cazador de 49 años natural de la comarca catalana de Berguedà, es el cazador que el pasado viernes se hacía con un monstruoso corzo multipuntas. Comienza la temporada corcera con más ilusión que nunca, pues en sus propias palabras, este año tengo controlado un bonito ejemplar. Bonito, único, especial.
David junto al monstruoso corzo abatido en Cataluña.
Cuatro días buscándolo
Después de haber estado meses controlándolo, conocía bien sus costumbres y manías. A priori, no iba a ser un rececho difícil pues el trabajo previo estaba bien hecho, sin embargo, ya sabemos que la caza es incierta e impredecible. Estuvo cuatro días buscándolo, pero no conseguía localizarlo. Parecía haber desaparecido.
Una tarde mágica
El quinto día de rececho, su suerte iba a cambiar. Ya empezaba a caer la tarde cuando avistó dos corzas en el mismo lugar donde semanas atrás había estado el macho. De pronto una ladra lo sorprendió sabía que podía ser él.
Tras quince minutos observando a las hembras, apareció de entre los árboles y los matorrales una silueta inconfundible, la elegancia hecha animal. Efectivamente, era él.
David tenía el corzo bien controlado.
“El corzo de mi vida”
Era el viejo ejemplar que llevaba sin aparecer más de dos semanas. Caprichoso el destino decidió volver a cruzarlo en el camino del cazador. Los nervios ante semejante animal eran inevitables incluso para un veterano de la cinegética, pero la puntería de David con su Sabatti cal. 243 consiguió un disparo perfecto. Quedó seco.
La compañía de su mujer hizo de aquel lance uno de los mejores hasta la fecha, cobrando el corzo de su vida. Aunque está en proceso de homologación, a la vista está de que se trata de uno excepcional.