Zampullín Cuellinegro
Las aves de España

Zampullín Cuellinegro


La pequeña y elegante silueta de cuello largo y fiera- mente erguido, que nada en la charca, corresponde al Zampullín Cuellinegro, más pequeño y ligeramente más rechoncho que el Lavanco. El ceremonial de sus paradas nupciales es análogo al del Lavanco, pero es más difícil de observar, ya que tiene lugar por la noche entre los carrizos, donde esta especie oculta el nido. Para estar aún más seguros suelen insta- larse junto a una colonia de gaviotas o fumareles, que se encargan de ahuyentar los intrusos o por lo menos de señalar su proximidad. Ultima precaución, común a todos los somormujos: cuando el adulto que está incubando es espantado, recubre los huevos con restos de vegetación antes de abandonar el nido. En España la mayor cantidad de Zampullines Cuellinegros cría en las Marismas del Guadalquivir, donde la población, muy fluctuante según el nivel de agua, puede alcanzar algunos años varios centenares o incluso millares de parejas, y otros casi no reproducirse. En invierno se observa en algunas zonas alejadas de su área de cría.

Familia:Podicipédidas
Nombre cientifico:Podiceps nigricollis
Orden:Podicipediformes
Caza:Especie Protegida
Longitud:30
Habitat:Marismas y zonas palustres
Identificación:Cuello negro; orejas doradas en forma de abanico detrás de los ojos; pico gris azulado ligeramente curvado hacia arriba; sexos iguales.
Nidificación:Frecuentemente en colonias; el nido, construido por ambos sexos, es un montón de hierbas acuáticas en el agua, asentado o anclado en la vegetación; pone en abril junio 3 ó 4 huevos blancos, aunque pronto se manchan porque los padres los cubren de hierba cuando dejan el nido; incubación, alrededor de 21 días, por la pareja; los pollos, alimentados por los padres, dejan el nido al nacer, pero ocasionalmente los transportan los adultos en sus dorsos durante unas 4 semanas.
Alimentación:Peces; insectos de agua dulce.

Uno de los más vistosos pájaros de nuestros estanques y lagunas es el Zampullin Cuellinegro Podiceps nigricollis. Los adultos en plumaje primaveral tienen la cabeza, cuello y espalda de color negro. En los ojos nacen hacia la nuca unas plumas alargadas de color amarillo dorado muy brillantes que, naturalmente, resultan muy llamativas sobre el fondo oscuro del resto de la cabeza. El color negro de las partes superiores está ribeteado por debajo de castaño. Las alas son marrones muy oscuras y en ellas se distinguen al volar las blancas secundarias. Por debajo es muy blanco. Las plumas del píleo están normalmente erizadas, lo que da al pájaro el aspecto de poseer un moño sobre la frente. Los ojos tienen un color naranja rosado muy vivo; el pico es azul grisáceo con la base rosada y las patas son verdosas o gris azuladas. La mandíbula inferior de este zampullín está claramente curvada hacia arriba en la punta y un poco la superior, lo que da a todo el pico una apariencia muy curva, más de lo que es en realidad.

En plumaje de otoño e invierno pierde totalmente las brillantes plumas amarillas de la cara y todas las partes superiores son entonces marrones muy oscuras y las inferiores blancas. El color oscuro de la cabeza se extiende por debajo de los ojos. Los jóvenes del año son más parduzcos y tienen el cuello más manchado por delante que los adultos.

La diferenciación entre estos zampullines y los otros dos que pueden ser observados en la Península Ibérica durante el invierno no es fácil. Su tamaño es muy similar al Zampullín Cuellirrojo Podiceps auritus, con el que puede ser fácilmente confundido. La mejor distinción, si este último se observa a no mucha distancia, es que el cuellirrojo no tiene el pico curvado hacia arriba en la punta, sino recto y que el color oscuro de la parte superior de la cabeza no llega hasta debajo de los ojos. Podiceps auritus tiene en conjunto los carrillos o mejor la zona de los oídos netamente más blanca que Podiceps nigricollis.

El Zampullín Cuellinegro es una especie que en realidad ha sido poco estudiada, porque resulta difícil poder observar de cerca a este pájaro tan esquivo, quizás el más tímido de todos los somormujos europeos. Durante la reproducción vive en lagunas y marismas con densa vegetación de carrizos y otras plantas acuáticas y en el otoño e invierno nada al descubierto en medio de lagos, embalses y, sobre todo, en lagunas costeras, estuarios y costas. Al oscurecer es muy activo, incluso durante la cría, alejándose entonces de la cobertura vegetal y saliendo al centro de las lagunas. Cuando se zambulle no lo hace iniciando un salto, sino suavemente sin apenas mover el agua de la superficie. Nada muy bien y bucea a gran profundidad, a menudo durante un período de hasta 50 segundos. Más corrientemente lo hace por espacios de 20-25 segundos. Es poco dado a volar aunque a veces lo hace con rapidez y potencia. Como el Zampullín Común, suele permanecer hundido en el agua asomando únicamente la cabeza y a veces sólo el pico, con lo que es difícil descubrirlo entre la espesa vegetación. Es más sociable que Tachybaptus ruficollis, juntándose en bandos considerables durante el otoño e invierno y anidando en colonias. Fuera de la época de la cría puede vérsele también solitario en los estuarios del norte de Iberia, alguna vez en parejas. En las rías gallegas se observan pequeños grupos y en el Sur puede concentrarse en bandos muy numerosos. Lo mismo que sucede con otros somormujos, los adultos transportan sobre su espalda a los pollos.

La representación de las voces de estos pequeños somormujos resulta siempre muy subjetiva. Varios observadores oyen de diferentes maneras el mismo sonido. Tucker (1940), abundando en esta misma opinión, da un resumen de los principales sonidos que el Zampullín CueIlinegro emite, captados por un experto ornitólogo buen conocedor de esta especie. Para él no hay ninguna duda de que la habitual voz del Zampullín Común no se parece en nada a la de nigricollis y no puede haber confusión. Éste lanza, cuando forma bandos, una nota de alarma o llamada que puede representarse como ¡uui! o ¡uéit! no tan áspera ni en tono tan alto como la similar del ruficollis. Durante la parada nupcial claramente emite un suave y musical «¡¡juuiit!!» o ¡¡puuip!!» y el canto del macho podría representarse como un repetido «¡¡vida... vida...!!», sonido más duro y alto que el de ruficollis, un «¡bib-bib-bib!» más dulce y suave.

Tal como sucede en la mayoría de los somormujos, los insectos acuáticos son fundamentales en la alimentación. Los de los órdenes Dermáptera, Odonata, Hemíptera y sobre todo Coleóptera, alcanzan cotas muy elevadas en la dieta de este zampullín. En los análisis efectuados del contenido estomacal de individuos capturados en invierno se deduce que en esta estación crustáceos y pequeños moluscos son importante base de la alimentación posgenerativa. Igualmente en los buches se han encontrado también considerables cantidades de plumas. Aunque se creía que los peces eran sólo una parte ocasional en la dieta, está ahora bien comprobado que pueden llegar a constituir la mayor parte de la biomasa consumida.

Esta especie no parece ser tan agresiva como el Zampullín Común. Las parejas ocupan su territorio, una zona muy reducida entre la vegetación, con frecuencia formando grandes colonias y, sucede a veces, que los primeros días de su establecimiento en el mes de marzo y ocasionalmente en los últimos días de febrero, algunos machos luchan entre sí con gran encarnizamiento. La parada nupcial se parece mucho a la representada por el Somormujo Lavanco Podiceps cristatus y ha sido bien observada y estudiada desde hace muchos años por los ornitólogos En síntesis, ésta consiste en una iniciativa del macho que se sumerge en el agua y sale a la superficie a poco menos de un metro delante de la hembra, que ya le espera con el cuello situado horizontal sobre el agua y las alas abiertas. Inmediatamente ambos estiran sus cuellos hacia arriba y se colocan uno frente al otro sin tocarse, «pecho con pecho y pico con pico», permaneciendo así los pájaros hasta 15 segundos en que, sacudiendo la cabeza, inician un desfile nupcial, nadando uno al lado del otro hasta la vegetación de carrizos más próxima. Naturalmente esta representación del celo descrita hace ya muchos años por el ornitólogo inglés Pike, admite variaciones en función de la diferente conducta de cada pájaro y sus reacciones si en las proximidades existe un zampullín intruso, lo que suele suceder a menudo.

Ya se ha comentado la costumbre de esta especie de anidar en colonias a veces de considerable tamaño, pero en general en Iberia sólo están formadas de pocas parejas en lugares apropiados, como puede ser la Laguna de Gallocanta en Zaragoza u otras del levante español, aún no debidamente protegidas. Las mayores colonias están, según parece, en las marismas del Guadalquivir. El nido está formado por materia vegetal casi podrida que ambos adultos extraen del fondo de la laguna o de sus orillas. Construido en aguas muy someras, aumenta mucho de tamaño durante la incubación por el continuo aporte de más material por los pájaros y porque con frecuencia las plantas acuáticas al crecer no sólo lo ocultan más, sino que a veces parece que lo levantan. La puesta consiste en general en 3-4 huevos, raramente 5 y ocasionalmente 2 (Witherby), pero puestas hasta de 8 han sido comprobadas también. Su forma es ovalada y el color blanco al principio, pero tiñéndose en seguida de oscuro y al final de la incubación pueden llegar a ser casi negros. Jourdain da para 100 huevos un promedio de 43,08 X 29,74 mm. Las primeras puestas se pueden encontrar a partir de la segunda quincena de abril, pero más adelante, en pleno mayo, son más frecuentes. La incubación comienza con el primer huevo y ambos sexos toman parte en ella de la misma forma que el Zampullín Común. A los 20 ó 21 días nacen los pollos, que son negruzcos por encima con rayas estrechas de color gris a los lados de la cabeza por encima mismo de los ojos. Las partes inferiores son blancas y el pico tiene dos rayas negras transversales muy notorias. Los jóvenes son atendidos por los adultos que los transportan en la espalda y allí uno de los padres los ceba con asiduidad y es curioso ver como se traspasan uno a otro los pequeños zampullines. A los 17 días de vida ya pueden bucear muy bien aunque continúan siendo atendidos por los padres. La posibilidad de hibridación con el Zampullín Cuellirrojo Podiceps auritus en los lugares de Europa donde estas dos especies coinciden como reproductoras, ha sido sugerida por el ornitólogo inglés Dennis (1973).

Como sucede con los demás zampullines, pronto, no más tarde de los últimos días de julio, los zampullines cuellinegros jóvenes se dispersan por costas y estuarios, pero manteniendo una mayor concentración en lagunas salobres próximas al litoral.

El Zampullin Cuellinegro se reproduce discontinuamente, de forma local y a menudo cambiando cada año las colonias de emplazamiento por el centro y sur de Europa, desde el sur de Suecia hasta el sur de Iberia, Sicilia y el Mar Negro, alcanzando Asia central a través del sur de Turquia. En Gran Bretaña es muy escaso y está confinado a dos o tres lugares en las tierras bajas de Escocia central, y es esporádico en otros lugares.

En Iberia anida diseminado por lagunas de casi toda la mitad Sur, faltando en el Norte, aunque existen ahora lugares, colas de embalses principalmente, no suficientemente explorados. Bernis (1966) estimaba la población de las marismas del Guadalquivir como la más importante. Pero no hay duda de que en otras zonas existen buenas colonias de este zampullín. Así, según Aragüés et al. (1974), en la Laguna de Gallocanta se reproducen no menos de 50-55 parejas confundidas entre los nidos de Zampullin Común y en la colonia de Fumareles Cariblancos Chlidonias hybridus.

La presencia invernal de zampullines cuellinegros en la Península Ibérica es conocida a través de los numerosos censos que se han realizado por los ornitólogos españoles. Así ha quedado claramente determinado que existen dos núcleos principales de zampullines invernantes. Uno corresponde a las marismas del Guadalquivir, que Bernis estima como el más importante. El otro está situado en las provincias levantinas con especial concentración en la provincia de Alicante. Allí se censaron en enero de 1972 un total de 471 zampullines cuellinegros. En la mitad norte de Iberia la población invernante es escasa y está muy diseminada, observándose zampullines sueltos por las costas cantábricas, rías gallegas y en los embalses de la Meseta castellana. El delta del Ebro que podría reunir una considerable población, sorprende, sin embargo, por lo exiguo del número censado allí en diferentes ocasiones. En el invierno de 1973-74, Muntaner et al. solamente observaron en el delta un total de 15 Podiceps nigricollis. En la exploración aérea realizada en noviembre de 1973 y en enero de 1974 en las marismas del Guadalquivir por Walmsley y colaboradores, se obtuvo una cifra de zampullines cuellinegros que resulta altamente pobre para la población que Bernis supone inverna en aquellos parajes. Veinte individuos, la mayoría (15) en la laguna de Medina, no pueden dar una idea exacta de la situación. Debe tenerse en cuenta que muchos ornitólogos no prestaron atención a estos pájaros y que probablemente una avioneta no sea el mejor procedimiento para observarlos. Prueba de ello es que la mayoría censada estaba en una laguna que fue bordeada a pie por los observadores. Las condiciones de extraordinaria sequía de las marismas y otras como la creciente y densa contaminación de las aguas y los limos pueden falsear en un momento dado el cálculo de la población marismeña invernal de nigricollis.

En el censo efectuado en enero de 1973 en las salinas de La Mata, cerca de Torrevieja, Alicante, por Mac Ivor y Navarro se dieron como invernantes varios millares de ejemplares. Mac Ivor in littera (1975) aclara que hubo un error involuntario en la apreciación y donde se dijo «millares» deberían ser «centenares». Esto es explicable en una especie como ésta y sobre todo cuando se ve a gran distancia. Mac Ivor considera que «los dibujos y rasgos del plumaje de los patos se esconden y confunden a 400 ó 500 metros de distancia; por lo general las aves parecen oscuras y los puntos o manchas blancas pueden perderse o confundirse con puntos relumbrantes del agua o del oleaje». En el censo que este naturalista realizó en enero y febrero de 1975 pudo identificar en la laguna de La Mata varios centenares de Podiceps nigricollis que se concentraban con preferencia en aguas someras del sector sur de la laguna, donde la vegetación de carrizos no existe cifra que sin duda es la habitual todos los inviernos en aquella zona. Esta laguna es de agua salobre y su concentración salina es superior a la del agua del Mediterráneo. Un Zampullín Cuellinegro que había sido anillado en el Lago Costanza (Suiza) en el mes de agosto, fue capturado en enero en el noroeste de Iberia.

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