Historia de un Guarda de Pesca VII

Estamos en Navidad, una más, la veintisieteava que cumplo a pie de río. Todas ellas siempre fueron tranquilas en cuanto a pesca, el tiempo frío, desapacible, los viajes a ver a familiares lejanos, las comidas y cenas de empresa, en definitiva tiempo para


Recuerdo en los años iniciales la buena actividad que tenían las truchas en esta época. Claro está, no tenían que competir con el terrible cormorán que arrasa y esquilma donde aterriza. Guerra perdida, al menos en Castilla-La Mancha, donde algunos legislan para los ecologistas y en contra de la pesca y el desarrollo rural que genera, pero se les llena la boca de la España vaciada.

Recuerdo a los amigos Luis López, Vicente Fernández Y Alfonso Ortega, inseparables, quienes aún en la actualidad siguen pescando todas las semanas. En este tiempo navideño siempre pescaban con sus gorros de Papá Noel, villancicos en el coche y dulces y licores navideños para todos los presentes, unión en torno a la pesca para posteriormente, a las 10.00 horas, salir al restaurante El Ventorro o a Casa Abilio para almorzar.

También era muy asiduo en estas fechas un gran pescador que por desgracia, y ante un fatal accidente forestal, nos dejó muy joven, el amigo Félix Díaz Carrasquilla.


Félix Díaz Carrasquilla, D.E.P.

Recuerdo allá por el 1997, en una tarde gélida de esas de entonces (ya que en la actualidad apenas las hace), un atardecer de estratos rojos, pillé in fraganti a un pescador furtivo, además uno de los peores de la época (recientemente lo habían pillado pescando cangrejos autóctonos también) cuando vigilando pude comprobar quien era, cogí el walkie talkie que llevaba entonces, un Philips con una antena de fleje, y pude contactar con un compañero agente forestal que estaba por la zona, Marino Martínez, gran persona y mejor profesional, que se personó en su Renault 4 y pudimos efectuar el servicio y denunciar al furtivo, que se dio a la fuga a pie dado que no tenía coche. Lo habían dejado allí para no levantar sospechas para, posteriormente, ir a recogerlo con la carga, pero pudimos darle captura. Teníamos nuestras sospechas que se dedicaba a la venta ilegal de lo que pescaba y por ello estaba continuamente infringiendo las normas. Le dijo Marino: «el que carretea, vuelca»… y así fue.


Marino Martínez, Agente Forestal, D.E.P.

Para los que conocemos desde antaño el mundo de la pesca recreativa he podido observar varias fases en cuanto al furtivismo. En los inicios mayormente existía el furtivismo para sustento alimentario, luego pasó al furtivismo por puro vicio de hacer daño e intentar engañar al guarda, para pasar al furtivismo de ignorancia, gente que sin maldad se pone a pescar en cualquier sitio visible por desconocer normas.

Todos esos cambios indican principalmente la decadencia de la trucha común por distintos motivos, aunque algunos técnicos quieren culpabilizar al pescador, cuando realmente sabemos que factores como la ausencia de depuradoras y los cortes de agua por las centrales hidroeléctricas, sumado a la escasez de agua, han mermado y hasta eliminado poblaciones de la trucha común. Es por ello que los cotos intensivos de trucha arco iris son herramientas necesarias que restan presión pesquera en zonas degradadas de trucha común para evitar un mayor deterioro de esta y su hábitat, por lo que la existencia de los cotos intensivos tiene y debe de ir de la mano en el plan de manejo y gestión de la trucha común, sin trabas como se están poniendo de práctica, al menos en Castilla-La Mancha, que abocan a la desaparición de los cotos, por ser insostenibles. Huelga decir que, a día de hoy, la administración no ayuda absolutamente nada al mantenimiento y sostenimiento de estos recursos «de servicio público».

Estamos en un nuevo año, que no sabemos qué nos deparará, pero lo que sí podemos tener claro es que debemos, y así lo haremos, seguir defendiendo aquello en lo que creemos y todo lo que aporta la pesca en los cotos intensivos, que es mucho y bueno para el mundo rural y el medio ambiente.

Por tanto, os deseo un año lleno de mucha salud, de buenas jornadas de pesca, buenas truchas arco iris y de hacer historia en unos rincones donde la unión, la sociedad, el respeto al entorno, a los animales, el compañerismo y el buen hacer sean del pescador la bandera que ondea en contra de las mentiras que promulgan los ecologistas y sus acólitos.

FELIZ AÑO 2021.

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