Una liebre se enfrenta a un aguilucho en un rastrojo
La rabona se yergue sobre sus patas traseras y efectúa pequeños saltos para intentar golpear con sus extremidades delanteras al ave rapaz. Te explicamos porqué se produce este comportamiento.
La orejona planta cara al aguilucho pálido para evitar que capture a una de sus crías. Entre las presas habituales de esta rapaz se encuentran los pequeños roedores, pero no las liebres adultas. De ahí que la orejona no dude en enfrentarse con el depredador alado para salvar a su prole. Varios cetreros consultados por Club de Caza coinciden en la razón de ser de estas insólitas imágenes.
La liebre trata de expulsar al ave rapaz de la zona
Las imágenes publicadas por una página de Facebook en defensa del mundo rural de Ucrania han sido vistas por más de 110.000 personas. En el vídeo podemos ver cómo una valiente liebre se enfrenta a un aguilucho pálido, especie de ave accipitriforme ampliamente difundida en Eurasia. La aguda vista de la rapaz ha detectado en el rastrojo a los lebratos. La reacción de la hembra ante la cercanía del aguilucho a las crías es interponerse entre ellas y el depredador. A pesar de la presencia de la liebre la rapaz sobrevuela el terreno a baja altura. Esta especie caza con un vuelo de planeo rápido y bajo. Manteniendo en la mayoría de las ocasiones las alas en forma de V.
En defensa de sus crías
A la rabona no le queda más remedio, para evitar la captura de los lebratos, que enfrentarse al depredador. Trata de golpearlo con sus extremidades delanteras para hacer que desista en su intención de capturar a alguna de las crías. Los aguiluchos pálidos se alimentan de pequeños mamíferos, grandes insectos, anfibios, reptiles y aves. En España los podemos encontrar en la zona norte, preferentemente en el tercio septentrional de la Península Ibérica. En un número de entre 500 y 800 parejas, según los datos publicados por el III Atlas de las aves en época de reproducción en España.
Alba Ruiz Flores
