Un centenar de jóvenes cazadores se dan cita en una batida en el Pirineo de Lérida
La ausencia de revelo generacional en la caza es un hecho. Para fomentar la actividad cinegética entre las nuevas generaciones, la Associació de Gossers Caçadors de Cataluña ha organizado una montería en la que participarán jóvenes cazadores de diferentes puntos de la Península Ibérica.
Tan solo en Andalucía, el número de licencias ha disminuido en 115.000 en el periodo que se extiende desde el año 2003 hasta el 2021. La edad media entre los cazadores ha pasado de 42 a 52 años.
Según datos publicados por la Secretaría General de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía, en el año 2003 se emitieron 322.377 licencias de caza. En el año 2021 se registraron 206.955.
Batida de mujeres organizada por los mismos cazdores.
Objetivo: fomentar la caza entre los más jóvenes
Esta no es la única actividad que ha realizado el colectivo de cazadores catalanes esta temporada para favorecer la integración de grupos minoritarios en la caza. El pasado 24 de febrero, la asociación celebró el I Encuentro de Mujeres Cazadoras en Cataluña en un acotado de Gerona. Entre las asistentes se sortearon el abate de tres precintos de corzo, uno de rebeco y 5 jornadas de caza a conejos.
El sábado tendrá lugar una montería en un coto del Pirineo de Lérida en la que los monteros participantes podrán abatir jabalíes, ciervos y gamos. El requisito para asistir a la jornada de caza es tener como máximo 30 años. Los monteros que deseen participar en la cacería que no hayan alcanzado la mayoría de edad y estén en posesión de la licencia de caza y de armas podrán ir acompañados de un tutor no necesariamente menor de 30 años.
La obligación de difundir la caza entre los más jóvenes
Un escrito realizado por uno de los socios de la Associació de Gossers Caçadors de Cataluña, muestra el sentir de muchos cazadores:
-"Estamos obligados a hacer partícipes a los jóvenes cazadores que, para que exista la caza, es fundamental que todo cazador sepa desarrollar todas sus habilidades para poder llegar a la pieza objeto de caza y esta pueda tener la oportunidad de defenderse al desarrollar todo su instinto de huida. Es decir, para que exista caza se entiende que debe darse el hecho que los cazadores de verdad denominan la emoción del lance. El verdadero cazador debe buscar siempre el abatimiento de la pieza procurándole el menor sufrimiento posible y en situaciones de igualdad razonable.
Ello me lleva a recordar mis inicios en el mundo de la caza acompañando a viejos cazadores tras la caza menuda, donde pude y supe apreciar los consejos de los mayores, los cuáles hablaban siempre del respeto a los animales. La educación de nuestros jóvenes en el mundo natural y cinegético probablemente sea una de las labores más importantes que tenemos que desempeñar, una persona joven bien educada será un gran cazador y ambientalista porque será capaz de entender nuestra actividad y de practicarla con la ética suficiente para poder defenderla como merece."
CdC
