Un disparo muy oportuno cuando la oveja estaba a punto de ser devorada por el depredador
Visión térmica

Un disparo muy oportuno cuando la oveja estaba a punto de ser devorada por el depredador

El coyote ha atrapado a la oveja por el cuello. Es cuestión de tiempo que la derribe y la asfixie para poder devorarla. Pero alguien observa desde la distancia y va a intervenir.


Un depredador que puede alcanzar un peso de hasta 20 kilos en los machos de mayor tamaño, ha llegado hasta un cordero y lo apresa con sus mandíbulas apretando su cuello. Es la estrategia más común para acabar con la vida de sus presas. Los asfixian y entonces pueden devorarlas tranquilamente. Pero un cazador está observando y grabando todo, y no lo va a permitir.

Un certero disparo salva la vida al cordero

El dispositivo de visión térmica acoplado al visor del arma nos permite recrear el disparo para comprobar que el cazador ha demostrado una paciencia muy conveniente. Debe terminar con el ataque antes de que el cánido hiera de gravedad al cordero, pero realizando un disparo seguro que no impacte en el animal doméstico. Y las circunstancias se alinean a la perfección para que tanto el atacante como la presa

Granjeros de espera a los coyotes

En los lugares donde la población de estos depredadores es más alta y existe actividad agrícola y ganadera, los propietarios de los animales domésticos, es decir, los granjeros, son los que se suelen encargar del control poblacional. Y, como vemos en las siguientes imágenes, llegan a interrumpir a estos animales cuando entran en sus tierras para matar y devorar al ganado.

 

No solo con rifle, los granjeros compran burros para espantar a los coyotes

Corderos, terneros, cabritos… Los coyotes matan cualquier animal al que tienen acceso en las grandes extensiones donde pastan los rebaños. Desde las zonas más afectadas por los daños, hemos conocido que muchos ganaderos incluyen un burro como uno más del rebaño. El motivo reside en que se trata de animales muy ruidosos cuando un peligro les acecha y llegan a hacer uso de sus dientes para defenderse. Esto les ha llevado a comprobar que en alguna ocasión han llegado a atacar a los coyotes, causando incluso bajas entre los depredadores.

No image

 

Los profesionales del ganado recomiendan no introducir más de un ejemplar, ya que es posible que “se agrupen para defenderse y no se preocupen del resto de animales”. Aunque en el siguiente vídeo vemos cómo dos ejemplares son utilizados para proteger el cercado de un grupo de coyotes que ronda los alrededores.

@pinkdesertgypsyfarm

 

♬ original sound - Pink Desert Gypsy

 


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