Una joven cazadora abate seis jabalíes en una montería social
La montera de 19 años derribó a los seis cochinos en una batida celebrada en una finca abierta en la provincia de Málaga. A pesar de su corta edad, ya ha abatido las ocho especies de caza mayor cazables en España.
La pasión de María José es tal por la caza y el campo que ha decidido cursar los estudios de ingeniería agrícola. Su mayor deseo es vivir en plena naturaleza y desarrollar su actividad laboral en el mundo rural. En este su primer año de estudios, según la cazadora, le está costando un poco. Ha notado el cambio del instituto a la universidad. Pese a ello, está logrando superar los exámenes. Está encantada con todo lo que está aprendiendo sobre cómo cultivar la tierra.
María José en el puesto. A la derecha, junto a su podenco.
Abate seis cochinos en su primera montería de la temporada
Este año los estudios no están permitiendo a María José ir de caza como en temporadas anteriores. La cazadora aprovechó unos días sin clases para asistir a una montería organizada por la Sociedad de Cazadores de los Montes de Málaga. Como siempre acompaña de su padre Juan José, propietario de la orgánica de caza Juan José Jiménez. Tras el sorteo de los puestos la cazadora y su progenitor se desplazaron al puesto número 6 de una de las armadas de la montería.
Se trataba de una mancha con un monte muy espeso, en la que había refugiado un gran número de cochinos. Nada más soltar los perros, comenzaron a moverse los jabalíes. A la media hora de caza, la malagueña ve tres cochinos. Logra abatir dos de ellos en un espectacular doblete. Unos minutos más tarde otro ejemplar que trata de pasar desapercibido entre la vegetación es derribado por la montera. Cuando había transcurrido más de la mitad de la batida, los perros levantan un jabalí en las cercanías de su puesto. A pesar de que el cochino iba a la carrera, la cazadora lo abate de un certero disparo de su rifle Blaser r93 del calibre 308.
Cuando ya estaba a punto de finalizar la batida, abate, de tres disparos, a un cochino de gran tamaño que habían errado dos posturas. En un primer momento piensan que es un macho, pero al finalizar la cacería comprueban que es una jabalina. El último cochino lo abate en el instante que está apunto de enfundar el rifle. Es necesario que lo remate a cuchillo.
A pesar de lo espectacular del resultado, no se trata la montería en la que la cazadora ha abatido un mayor número de ejemplares. En una ocasión cazó en una finca abierta situada en los montes de Málaga doce jabalíes.
Javier Fernández
