Un jabalí al que le falta media mandíbula embiste a un traillero en una jornada de entrenamiento
Bestiario

Un jabalí al que le falta media mandíbula embiste a un traillero en una jornada de entrenamiento

¿Cómo podía estar vivo este jabalí? Un año y medio más tarde, los cazadores abaten, en la misma zona en la que se produjo el ataque, al macho al que le faltaba la jeta. Se trata de un ejemplar de 100 kilos de peso con unos colmillos de 19 centímetros.


El cochino fue abatido el pasado miércoles en un tecor de Cabana de Bergantiños, municipio situado en la ría de Corme y Lage, en la Costa de la Muerte. La modalidad que practican los cazadores gallegos es la caza del jabalí con perros atraillados. Por la mañana, los trailleros aplazan los cochinos para tratar de abatirlos por la tarde entre todos los monteros.

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La caza del jabalí en los bosques gallegos

Sergio Nantón, uno de los trailleros de la cuadrilla, narra la singular historia de este enorme jabalí.

-"El miércoles por la mañana, los perreros del grupo salimos con nuestros perros a buscar rastros frescos de jabalí. A mediodía ya teníamos varios cochinos aplazados. Tras decidir entre todos los trailleros qué manchas íbamos a cazar, soltamos los perros en uno de los aplaces. En esta suelta logramos abatir dos cochinos.

Una vez recuperados los perros, nos trasladamos a otra zona del acotado en la que pensamos que había encamada una piara de jabalíes. Colocamos las posturas y liberamos a los perros de sus ataduras.

Solo transcurrieron unos minutos hasta que los canes levantaron al grupo de cochinos. Parte de los perros siguieron los pasos de un jabalí herido. Lo alcanzaron a cuatro kilómetros del lugar del lance".

 

Un peligroso jabalí al que le faltaba la parte superior de la jeta

"Mientras que el resto de los perros paraban a un gran jabalí, uno de los perreros se aproximaba al escenario de la batalla para tratar de hacer huir al macareno. Por suerte, uno de los puestos logra abatirlo. Nuestra sorpresa fue mayúscula al ver que se trataba de un cochino al que le faltaba la parte superior de la mandíbula.

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Impresionante aspecto del jabalí al que le faltaba media mandíbula.

Sin lugar a dudas, era el cochino que nos embistió durante una jornada de entrenamiento en mayo del año 2022. En esa fecha, el navajero nos dio un buen susto cuando nos atacó cuando tratábamos de ayudar a los cachorros que estábamos campeando".

 


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