Un cazador le salva la vida a su perro en un vídeo sobrecogedor
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Un cazador le salva la vida a su perro en un vídeo sobrecogedor

Todo parece ir bien hasta que el perro queda petrificado. El propietario reacciona rápidamente y solo su actuación le salva la vida a su compañero canino, que sufre un grave ataque.


El perro comienza a convulsionar. La mujer que va tras el cazador y los perros grabando las evoluciones de la caza le avisa urgentemente: “Mira al perro”. Comienzan en ese instante cinco minutos repletos de emociones, angustia y un final muy feliz.

Solo importa salvar la vida del perro

El cazador, llamado Cristian Pinnas, no lo piensa. Primero abre la escopeta de dos cañones y la arroja al suelo. Lo hace para cumplir con la máxima seguridad y que el arma no se dispare accidentalmente con el impacto. Lo siguiente y único a partir de ese momento es intentar salvar la vida de Marley, el perro de caza.

En primer lugar, aplica un masaje cardiaco en el pecho del setter inglés. Mientras lo hace, grita a su acompañante, su esposa, que saque el cuchillo de la mochila que lleva puesto. Esta comienza a sacar objetos del morral y a tirarlos con urgencia al suelo hasta que por fin aparece la navaja. Con ella, practica una leve incisión en la oreja del perro. Le dan un poco de agua y continúa el masaje cardiaco.

El perro comienza a responder. Ya no convulsiona, y llaman al veterinario. Los nervios están a flor de piel. Le informan que piensan que puede ser un infarto, tras lo cual el veterinario les insta a acudir cuanto antes. A estas alturas de la grabación, el perro ya se mueve, menea la cola, para tranquilidad de los cazadores. “Está respirando”, calma el propietario a su compañera.

Poco después, aparecían ambos, el dueño junto al perro, en una fotografía en la que aseguraba que el perro se había recuperado del tremendo susto que se llevó al ver a su perro sufrir un ataque de tal magnitud: “Marley lo logró. Esto es lo que importa”.

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¿Epilepsia o afección cardiaca?

Entre los miles de comentarios de usuarios que han visto el vídeo en redes sociales, la epilepsia es el diagnóstico más repetido. En cambio, veterinarios especialistas consultados por Club de Caza no opinan lo mismo. “Cuando la gente ve un perro convulsionando, piensan que se trata de epilepsia, pero esto no es siempre así. Y más cuando el perro está haciendo ejercicio”., nos comenta uno de estos facultativos.

“La mayoría de los ataques epilépticos se producen cuando el animal está en reposo. De hecho, existe una alta incidencia de ataques tras una sesión dura de ejercicio. Cuando se relajan en casa es cuando mayoritariamente se dan los ataques. Lo que vemos en las imágenes es una crisis convulsiva, pero no debido a una epilepsia idiopática (porque no se sabe la causa). Esto está más relacionado con insuficiencia cardiaca. Y se va a recuperar si no ha sufrido una isquemia severa cuando se relaje y le vaya llegando sangre y oxígeno a los tejidos. Otra causa muy común es la hipoglucemia transitoria, colapsos en perros y animales en baja forma que fuerzan demasiado.

Esos ataques, cuando están diagnosticados, se tratan con medicación diaria y, cuando sufren un ataque fuerte, recetamos enemas de Valium, que pasa directamente al torrente circulatorio. Esto relaja al perro y en 15 o 20 minutos se suele recuperar.

¿Qué hacer en estas situaciones?

Cuando nuestro perro sufre un ataque con convulsiones, nuestros veterinarios recomiendan empezar por mantener la calma. Lo siguiente será colocar al can en una posición segura en la que no pueda dañarse debido al movimiento involuntario que sufre su cuerpo. Comprobar que no se muerda la lengua.

Si vomita o babea mucho, intenta ladrar…, asegurarnos de que nada obstruya las vías respiratorias. Si es necesario, meter la mano en la zona de la boca y la tráquea para limpiarlas.

Podemos colocar la cabeza un poco baja para que no se atragante con los vómitos. Resulta muy importante calmarlo: acariciarlo, hablarle bajo para tranquilizarlo, porque esto dura pocos minutos y se suelen recuperar antes en un entorno de seguridad y tranquilidad.

Cuando esto suceda, directos al veterinario para diagnosticar el motivo del ataque y que se establezca un tratamiento adecuado.

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