Un oso aterroriza a una madre y a su hijo al subir a la mesa donde comían y robar su comida
La madre tapa la cara de su hijo para protegerle y evitar una posible reacción del oso ante un grito del pequeño.
Ha sucedido en Nuevo León, en el parque ecológico Chipinque. Un picnic en la naturaleza se convierte en una pesadilla al tener así de cerca un gran y peligroso depredador.
Un oso hambriento
El animal devora la comida de la familia solo deteniéndose para mirar a los humanos que están cerca. El terror les invade. Sobre todo, al pequeño, que no mueve un músculo. Su madre se encarga de que no vea ni sienta la cercanía del oso tapándole los ojos y apretándole en su pecho. Esta manera de actuar es muy inteligente y efectiva, puesto que cualquier movimiento brusco o un grito de terror pueden llevar al úrsido a atacar.
En este tipo de situaciones, en las que un gran depredador se apropia de la comida del ser humano o se acerca demasiado a curiosear, lo más recomendado por los expertos es mantenerse en calma, en silencio y esperar a que se aleje.
