Dos conejos se arrancan el pelo en una bestial pelea
El conejo, ese animal con apariencia inofensiva, acuciado por multitud de depredadores de todos los tamaños, incluso menores que el suyo, pero que también sabe pelear. Sobre todo por problemas de jerarquía entre congéneres y por incompatibilidades nupciales.
Parte del pelaje sale despedido. Se lo han arrancado a mordiscos y arañazos. Todo, entre espectaculares y ágiles saltos y enganchones durante los cuales utilizan sus armas más poderosas: sus patas traseras, con las que golpean y arañan el cuerpo de su oponente.
¿Por qué pelean los conejos?
Estos dos conejos luchan por imponerse y quedar por encima en la pirámide jerárquica. Esto sucede cuando un ejemplar joven quiere convertirse en el dominante de una zona para poder cubrir a las hembras que allí habitan. Se trata de un paso totalmente normal en multitud de especies, que consigue que la convivencia entre machos y hembras funcione mejor.
A su vez, un conejo enfermo puede ser blanco de las luchas oportunistas de otros más jóvenes e inexpertos que ven en su debilidad una clara oportunidad de ascender en la jerarquía del grupo. Algo también muy común en multitud de especies animales que conviven en grupos.
Otra razón que podemos encontrar para que dos conejos lleguen a ese nivel de agresividad es el celo. Un macho insistente y una hembra que no es receptiva conllevará que la situación pueda acabar en una pelea.
Y no olvidemos la defensa de las crías. Si se trata de una hembra y tiene la madriguera cerca con crías de corta edad, hará todo lo posible para echar de allí al animal que se acerque, ya sea otro conejo o un depredador, como hemos visto en más de una ocasión. ¿No lo crees? No te pierdas el vídeo que te recomendamos a continuación.
Antonio López Espada
