Celebra sus bodas de oro en la caza abatiendo un jabalí con colmillos de 18 centímetros

Hablamos de Javier Sanchís, presidente de ADECACOCA, Asociaciones de Identidades de Caza de la Comunidad Valenciana, y presidente del coto Asociación Local de Cazadores La Codorniz de Aielo de Rugat desde hace veinte años. El cazador lleva más de tres décadas trabajando por la caza social y defendiendo los derechos del sector cinegético.

Esta es la siembra que estaba dañando el gran jabalí.

Abatido en una jornada por control de daños a la agricultura

Según el valenciano, la plaga de cochinos que asola la huerta valenciana está poniendo en serio peligro la supervivencia del sector frutícola. Desde este artículo el cazador desea mostrar la importante labor que realizan los cazadores en beneficio de la sociedad.

Este cochino no volverá a provocar más daños en las plantaciones de Aielo de Rugat, municipio de la Comunidad Valenciana perteneciente a la provincia de Valencia, ubicado en la comarca del Valle de Albaida. Los cazadores valencianos, al igual que los de otros puntos de España, han acudido en auxilio de los agricultores.

Javier, a pesar de su edad, está participando activamente en el control del número de jabalíes en los terrenos que gestiona la sociedad que preside. El martes decidió celebrar sus bodas de oro en la caza de la mejor de las maneras posibles. Realizando un aguardo en unos cultivos de cereal.

Un disparo a 220 metros de distancia

Tras más de 6 horas ubicado en la postura y sin que ningún cochino visitara la siembra, decidió dase un rato más y permanecer allí. La perseverancia del cazador le premió con el abate de un gran macho armado con unas espectaculares navajas. A las 2:45 horas vio a un enorme cochino dirigiéndose hacia el cereal. Gracias a su dispositivo de visión térmica pudo comprobar que se trataba de un ejemplar de gran tamaño. Más de diez minutos tardó el jabalí en decidirse a penetrar en el cultivo.

Javier Sanchís.

El cazador, curtido en mil batallas, centró al macho en la cruceta de su rifle de cerrojo de la marca Tikka del calibre .308 Win. Necesitó de un único disparo para derribar al ejemplar de 82 kilos. No se trata del cochino de mayor de tamaño ni el de mejor trofeo cazado por Javier en su medio siglo en la caza. Pero eso realmente que importa, lo realmente importante es que tras más de 50 años el valenciano mantiene la pasión intacta por la caza y está dispuesto a luchar por ella hasta su último aliento.

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