Un cazador libera a la liebre que ha cuidado durante meses tras ser atropellada su madre

Con acciones como estas, el colectivo cinegético desmonta las mentiras de aquellos que quieren ensuciar la imagen de la caza. El cazador que ha cuidado de la liebre se define ante todo como "un amante de la naturaleza, del campo y de los animales que lo pueblan. Estoy intentando inculcar los valores que me legaron mis padres y abuelos a mis hijos para que cuiden del medio ambiente. Mi objetivo es legar a las futuras generaciones al menos lo que nos han dejado nuestros antecesores".

Un cazador obsesionado con curar y liberar animales

David Suescun es un apasionado de la caza de la perdiz salvaje con perro de muestra y de la caza de la liebre con galgos. El navarro devuelve al campo desde hace un cuarto de siglo las patirrojas a las que ha despuntado un ala y ha logrado recuperar.

Esta temporada no se ha limitado únicamente a realizar tan loable labor. El cazador, el 3 de enero, cuando regresaba de su trabajo a su domicilio habitual en Berbinzana, municipio de la Comunidad Foral de Navarra, vio una orejona muerta en el asfalto de la carretera Nacional 132. Inmediatamente detuvo su vehículo para comprobar la causa de la muerte del ejemplar. Quería saber si estaba infectada por la mixomatosis o simplemente había sido víctima de un coche.

Así era la liebre cuando la encontró y meses después, cuando la ha soltado.

Un lebrato se encontraba junto a la liebre muerta

Su sorpresa fue mayúscula cuando al aproximarse a la liebre vio a un lebrato con escasas semanas de vida junto al cadáver de la hembra adulta, su madre. David capturó la cría sin dificultad alguna. Sabedor de que no sería capaz de sobrevivir por sí misma en libertad, se la llevó a casa. Allí, con la ayuda de su familia la ha estado cuidando seis meses. El jueves llegó el momento de su liberación. El cazador y sus hijos, Martín y Javier, devolvieron a la hembra a su medio en una finca de su localidad natal.

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