Un joven cazador de 16 años abate un impresionante ciervo en su primera montería
Un cazador de 16 años ha logrado cumplir su sueño de cazar un ciervo. El montero ha tenido la fortuna de que el ejemplar abatido es un bonito macho con un notable trofeo.
Gonzalo López comparte su afición por la caza con su pasión por los perros. El rehalero, nacido en Guadalajara, acompaña con regularidad a los propietarios de las rehalas Tanter, con sede en Ágreda, localidad de la provincia de Soria, y AS, grupo de perros de un amigo de su localidad natal.
Gonzalo López tocando la caracola de rehalero.
Una familia de monteros y rehaleros
La familia de Josemi López, cazador nacido en Chiloeches, localidad de la provincia de Guadalajara, compuesta por Raquel, montera, y por Gonzalo, hijo de ambos, cazador a puesto y rehalero, descuentan los días para la llegada de la próxima temporada de caza. Los tres comparten la pasión por la caza mayor. Mientras que Josemi y Raquel se ubican en las posturas, Gonzalo bate la mancha con los rehaleros.
El joven cazador junto a dos grandes jabalíes.
Caza un ciervo con un precioso trofeo en una montería en una finca abierta
Gonzalo acompaña a sus padres cuando van de caza desde los 11 años. El joven cazador abatió su primer cochino meses más tarde de obtener el permiso de armas y la licencia de caza. Lo cazó a la espera. Tuvo que esperar hasta los 16 años para cazar su primer ciervo macho. Lo abatió en una finca situada en Torremochuela, municipio de la provincia de Guadalajara. Era la primera montería en la que Gonzalo tenía la responsabilidad de ser el titular del puesto. A su lado como la legislación vigente exige al tratarse de un menor de edad, se encontraba su padre. El puesto formaba parte de un cierre. Se trataba de una postura ubicada entre las jaras.
La montería transcurrió sin sobresaltos hasta el momento en el que los perros y los rehaleros se dirigían hacia los vehículos. A las 15:00 horas los canes levantaron de su lugar de encame un venado de entre las jaras. El animal antes de ser abatido a 40 metros de distancia de un único disparo del rifle Browning MK3 del calibre .300WM del cazador había sido errado por otro puesto. Este hecho dificultó el lance, pero la bala de la marca Hornady de 180 grains impactó en el codillo del macho.
Javier Fernández
