Un joven cazador no lo duda y se lanza a un pozo a rescatar a su perro

Sucedió hace algunas semanas, pero hasta ahora no había trascendido. El héroe de esta historia es un cazador de un pueblo de Cádiz que se negó a dar por perdido a su compañero canino cuando este cayó en un profundo pozo de agua, una trampa mortal que escondían unas matas.


 Perro rescatado
Perro rescatado

 Perro rescatado
 Perro rescatado
 Perro rescatado
 Perro rescatado
 Perro rescatado

Este gran acto tuvo una consecuencia que Antonio Javier, el cazador, no había previsto: una vez dentro del pozo, no había forma de salir de él.

Una trampa mortal

Antonio García es el padre de este valiente cazador, y nos ha contado los terroríficos momentos que vivieron durante esta jornada de caza: «No he pasado más miedo en toda mi vida como cazador. En las fotos puedes ver cómo el pozo queda totalmente oculto en mitad de un llano al estar rodeado de matas. Mi hijo se acercó y el perro, como es lógico en un springer spaniel inglés, se lanzó a buscar entre la maleza».

Este fue el momento en el que Ron, que así se llama este perro de caza, cayó al fondo del pozo. Antonio nos cuenta con emoción que su hijo le llamaba desesperado gritando: «Ron se ha caído, el perro ha caído a un pozo».

«Mi perro no se queda ahí»

Antonio nos confiesa que, viendo la profundidad del mismo y previendo lo que iba a suceder, intentó disuadir a su hijo para que no bajase a por su perro y buscar otra solución, o llamar a alguien, pero Antonio Javier saltó sin pensárselo antes de que su padre terminase la frase. Solo pudo oír: «Mi perro no se queda aquí».

En un segundo estaba junto a su compañero, comprobando que aún vivía, mientras su padre ya pensaba en cómo los iba a sacar de allí.

Los cazadores se ayudan entre sí

Afortunadamente, había una cuadrilla de cazadores cerca. Antonio les gritó y los cazadores corrieron a su lado. Cuando les explicó lo sucedido, allí dejaron las escopetas y corrieron de nuevo hacia un pajar cercano, donde encontraron una cuerda, con la que lograron sacar de allí al cazador y a su perro Ron.

«Mi hijo estaba empapado y con mucho frío, pero su perro, herido y dolorido, comenzó a lamerle por todas partes», destaca este cazador gaditano.

Hoy el perro está totalmente recuperado, y puede cazar junto a su propietario y compañero de afición.

Antonio quiere subrayar que está enormemente agradecido a los compañeros cazadores de la cuadrilla de Manuel Olmo, que salvaron la vida de su perro y ayudaron a su hijo. «Para que digan que los cazadores no queremos a nuestros perros», concluye Antonio García, padre de un verdadero héroe.

Comparte este artículo
Autor: 
  
10178 0

Publicidad