Los cazadores no quieren ampliar las fechas de caza del jabalí

Ante la propuesta del Departamento de Medio Ambiente de Navarra (DRMAYAL) en lo que respecta a la caza del jabalí, los cazadores se han posicionado en contra, argumentando razones biológicas y basadas en la gestión. Advierten que las ampliaciones en fechas y métodos de caza pueden llevar a la especie al exterminio.


 Jabalí en Navarra
Jabalí en Navarra

La Administración, representada por el Departamento de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, ha propuesto el texto del borrador de la orden de vedas para la próxima temporada en Navarra. La reacción del sector cinegético ha sido rotunda: los representantes de los cazadores están totalmente en contra de la propuesta.

El citado borrador propone adelantar la caza del jabalí en las modalidades de batida, montería, rececho, aguardo y espera nocturna desde el 15 de agosto, finalizándola el último domingo de febrero, y desde el 1 de abril hasta el 31 de julio todos los días en aguardos, esperas nocturnas y con arco en recechos, aguardos y esperas nocturnas.

Caza en agosto

Los cazadores han apuntado que, en agosto, los jabalíes nacidos en el año son todavía muy pequeños, siendo fácilmente apresados por los perros. Tampoco apoyan la propuesta de retrasar la fecha de cierre por encontrarse las hembras en avanzado estado de gestación y próximas al parto. Los cazadores debemos ser gestores de la fauna, no eliminadores de ella.

Respetar el ciclo reporductivo

Respecto a la propuesta de que se permita la caza a rececho, aguardos y esperas desde el 1 de abril hasta el 31 de julio todos los días, los cazadores tampoco están de acuerdo. Argumentan que, al cazarse hembras recién paridas, se condena a sus crías a una muerte segura a expensas de sus predadores. Carlos Irujo, presidente de Adecana, opina que «en vez de que la Administración se limite a hacer una política de exterminio, lo que tiene que hacer es mejorar la gestión de la especie y, sobre todo, del hábitat que ocupa».

Irujo se refiere a llevar a cabo una política de mejora de la pirámide poblacional, incidiendo la presión en los ejemplares jóvenes y, sobre todo, mejorar el hábitat para optimizar el resultado de las cacerías, ya que con lo sucio que está el monte es cada vez más difícil el cazarlos, por ejemplo, autorizaciones y ayuda económica para realizar trabajos de limpieza de sendas por donde tiene que ir los batidores o resacadores, la limpieza de cortafuegos, que además de servir para luchar contra el fuego, faciliten la colocación de las líneas de puestos.

Otra medida en este sentido debe ser subvencionar la construcción a mayor altura de los puestos para tener mejor visión de disparo y aumentar la seguridad. Por último, Irujo insiste en que se deben autorizar y promover la existencia de ganado en el monte, ya que ayuda mucho a limpiarlo, y esto supone además una gran mejora para las especies de caza menor.

Los cazadores también han apuntado la conveniencia de autorizar la caza del jabalí en batida con nieve para efectuar un control poblacional de la especie, como hace Aragón.

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