La Junta y Asaja buscan soluciones a los ataques del lobo en el sur de la provincia

Tras los recientes ataques protagonizados por el lobo en el sur de la provincia de Zamora, ayer tuvo lugar una reunión entre el delegado territorial de la Junta, Alberto Castro, con Antonio Medina, presidente de Asaja, y cinco ganaderos afectados recientemente por un ataque de lobo.


 Imagen de la reunión de ayer entre Asaja, la Junta y los ganaderos.
Imagen de la reunión de ayer entre Asaja, la Junta y los ganaderos.

Castro resaltó que en 2017 la provincia sufrió 146 ataques de lobo con 429 cabezas de ganado muertas, de los cuales 56 ataques se produjeron al sur del Duero y 90 en el norte. En lo que va de año se contabilizan 79 ataques que han matado 180 cabezas de ganado.

Autorización para abatir a un lobo

Ante esta situación, Alberto Castro asegura que la Junta ha pedido la autorización, con un expediente de justificación, a la Dirección General del Medio Natural, para poder abatir un lobo en esa zona. Otra medida que se ha tomado es agilizar los tiempos de pago a los ganaderos por los daños, aunque para los ganaderos la medida aún no es suficiente.

El lobo está localizado

La provincia cuenta con dos normativas opuestas. Mientras que en la zona norte sí está permitida la caza del lobo, en el sur se trata de una especie protegida. Ante esto, Antonio Medina señalaba que desde Asaja han solicitado que se actúe. «Si no se caza, que se capture», declaraba Medina, quien aseguraba que los agentes forestales tienen localizado al animal y que en la zona se tiene miedo de que el lobo se quede allí.

El propio Medina aseguraba que el lobo se está expandiendo y que se «le está quedando pequeño su hábitat». El presidente de Asaja no dudaba tampoco en culpar a los grupos ecologistas y les recordaba que «el que quiera lobos, que los mantenga». «Se está despoblando Zamora, si siguen queriendo fauna, al final somos especie en extinción el agricultor y ganadero», finalizaba. 

Diferencia de comportamiento al norte y al sur del Duero

Los ataques dejan pautas de comportamiento diferentes al norte y al sur del Duero. La forma de actuar del lobo en la zona norte suele ser a través de ataques muy puntuales en los que se mata una o dos cabezas de ganado. En la zona sur es muy distinto. Los ganaderos denuncian que el cánido puede atacar a entre doce y quince animales y hacer mucho daño al resto del ganado.

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