El control cinegético de jabalíes se convierte en cuestión de salud pública

En las últimas semanas han ido apareciendo una serie de noticias relacionadas con la gestión de especies cinegéticas, y en las que por una falta de control o una excesiva protección, habían desencadenado en un aumento poblacional desmedido.


Estos altos niveles de individuos de una determinada especie estaban provocando daños en la agricultura, aparición de enfermedades o derivando en comportamientos extraños de algunos ejemplares para encontrar comida o agua, como ocurrió la semana pasada con una cabra montés que se halló muerta en una chalé en la localidad de Manzanares el Real (Madrid). Todos estos descontroles en las poblaciones de ungulados no han pasado desapercibidas para los investigadores de la Universidad de Castilla-La Mancha, que recientemente publicaron un artículo en la revista «Transboundary and Emerging Diseases» que analizaba la capacidad del jabalí de transmitir enfermedades. Aunque reconocen que aún falta mucho por saber acerca de la mecánica de la transmisión de enfermedades en estos animales, concluyen que pueden suponer una amenaza a nivel mundial para la salud pública. La principal conclusión es que el jabalí constituye un riesgo en la transmisión de enfermedades importantes a las personas a nivel mundial que debe ser tenida en cuenta por las autoridades en materia de salud pública, como explicó Francisco Ruiz Fons, director de la investigación, al diario ABC. En estos estudios se ha demostrado como la creciente densidad de jabalíes por encima de rangos hasta ahora conocidos tiene un efecto importante en la transmisión de enfermedades a otras especies con las que coexiste. Algunas de estas enfermedades compartidas con el hombre y con los animales de abasto son, enfermedad de Aujeszky, tuberculosis, brucelosis, circovirosis porcina, fiebre Q, etc. En España, prácticas hasta ahora comunes de gestión cinegética (alimentación artificial, vallados, producción en granjas ilegales y liberación a fincas posterior) han sido uno de los principales factores que han determinado el aumento de la densidad de jabalíes y, en paralelo, del porcentaje de jabalíes con enfermedades. Para evitar situaciones alarmantes, se recomienda controlar la práctica de alimentación artificial que algunos gestores y sociedades de cazadores, aumentar los cupos de caza existentes ya que el jabalí no tiene prácticamente depredadores y explorar científicamente otras posibles medidas que no se han analizado en profundidad. Así pues, poniendo en prácticas dichas medidas se podrá controlar la expansión de las poblaciones de jabalíes para reducir su impacto ecológico, su impacto en los accidentes de tráfico, su impacto en la agricultura y su impacto en la salud de los animales de abasto, las especies protegidas y el ser humano.
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