Niños contra animalistas: un concurso de control de depredadores lleva al enfrentamiento con varios menores enseñando gatos abatidos al grito de ‘carne’
Un evento organizado para el control de depredadores potencialmente peligrosos y dañinos para la fauna neozelandesa se ha convertido en un enfrentamiento más entre los que desean salvaguardar el equilibrio de la fauna y naturaleza y los que pretenden que no se abata un animal.
La polémica ha salpicado a North Canterbury, en Nueva Zelanda, uno de los países que más problemas sufre por el daño que las especies invasoras de depredadores ocasiona en sus especies de la fauna autóctona. Animalistas y cazadores se han enfrentado por un evento que promocionaba el control de, entre otros animales, los gatos asilvestrados, uno de los que más especies aniquila en todo el mundo.
Algunos de los escolares con los gatos muertos.
Un concurso en el que no participaron menores
A pesar de lo que se ha difundido, los menores de 14 años no participaron en la jornada de control. Así lo ha asegurado el promotor, Matt Bailey, que lo hizo para concienciar acerca del “daño que los depredadores salvajes y asilvestrados causan en nuestras especies nativas”. Por ello, se permitía abatir jabalíes, zarigüeyas, ratas, ciervos y gatos asilvestrados.
Cartel de la prueba.
Niños contra animalistas
En un primer momento se propuso una categoría infantil para que los menores pudieran acompañar a sus progenitores o a un tutor, pero esta fue finalmente desechada. Lo que no pudo evitarse es que varios menores cogieran algunas capturas y se enfrentasen a varios animalistas que acudieron al evento con el fin de protestar. El grupo Christchurch Animal Save ha descrito como “escena desgarradora” la de los menores enseñando los animales muertos al grito de ¡carne!
El gato asilvestrado, otro depredador de la liebre
Lo que no revelan los animalistas es los insultos que profirieron tanto a adultos como a niños, algo que sí ha difundido el organizador: “Los manifestantes no dejaban de provocar, llamando ‘asesinos’ a todos los que pasaban a su lado. A pesar de que se avisó a las autoridades, los animalistas se marcharon antes de la llegada de la Policía.
