En ocasiones imprevistas pueden surgir
situaciones de riesgo para nuestros perros que en el caso de contar
con ciertos conocimientos y material pueden ser solucionadas o al menos
paliadas hasta que un veterinario pueda hacerse cargo del perro. No
es necesario llevar encima gran cantidad de medicamentos, todo lo contrario,
pero en situaciones límite pueden salvar la vida de los canes.
El
objetivo del artículo es intentar enseñaros cual es el
material necesario y algunos de los conocimientos mínimos para
hacer frente a una gran parte de las situaciones de riesgo que os podéis
encontrar en el campo y en las que es necesario una pronta respuesta
y el veterinario no se halla cercano. Está claro que no todas
las urgencias reales que os podéis encontrar van a estar señaladas
aquí, no se busca hacer un tratado de emergencias veterinarias,
sino unos pocos apuntes que pueden ser de ayuda en una buena parte de
las posibles urgencias. Tampoco he incluido urgencias ante las que poco
podéis hacer bien por la necesidad de un tratamiento muy específico
que debe ser realizado inevitablemente por un veterinario o por su rareza.
Si optáis por haceros vuestro propio botiquín de urgencias
puede ser útil imprimir estas páginas e incluirlas en
él por si os asalta alguna duda y ésta pudiese estar resuelta
aquí.
Habrá algunos cazadores, posiblemente rehaleros de jabalí,
a los que el botiquín les parezca corto y falto de fármacos
y medicamentos. He visto cuadrillas de jabalí que portaban todo
tipo de ellos, incluidos anestésicos generales, pero sin conocimientos
para utilizarlos y la mayoría de las veces hacían más
daño a los perros que bien. Aparte de que puede estar fuera de
la ley, no comparto obviamente esa manera de obrar porque la falta de
conocimientos la acaban pagando los sufridos perros.
Entrando en materia, en contra de lo que pueda parecer los distintos
tipos de urgencias que pueden ocurrirnos en el campo con cierta frecuencia,
no son muy numerosas. Además parte de esas posibles urgencias
no pueden ser asistidas por el propietario, un perro con un fallo cardíaco
grave o con una torsión gástrica por ejemplo, no pueden
recibir ninguna ayuda por el dueño excepto ponerlo con rapidez
en buenas manos. Únicamente un veterinario y con material y fármacos
adecuados podría tratar de realizar alguna actuación.
Por tanto he obviado incluso citarlas para evitar un artículo
muy extenso.
Por tanto puede ser útil tratar de familiarizarnos con esos
pocos problemas más frecuentes, para una vez en situación
intentar resolverlos de la mejor manera posible.
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En contra de lo que pueda parecer, los distintos tipos de urgencias
que pueden ocurrirnos en el campo con cierta frecuencia no son muy
numerosas. |
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MATERIAL:
Para cazadores de menor, con pocos perros y con poco riesgo de encontrarse
con jabalíes, yo recomendaría:
- Teléfono móvil. Es un elemento de
gran ayuda en casos de emergencia tanto de personas como de animales.
Si os molesta en el chaleco dejadlo en el coche, pero nunca se sabe
cuándo se va a necesitar y saca de muchos apuros.
- Teléfonos de urgencias de 2 clínicas veterinarias
que estén con teléfono de guardia las 24 horas. Al menos
2 números por si uno de ellos falla o está en algún
otro aviso. Si nos desplazamos a una zona lejana buscad con anterioridad
veterinarios que os puedan atender en esa zona. Preparadlo con antelación,
no esperéis a tener la emergencia porque se puede perder un
tiempo precioso.
- Corticoide-Antihistamínico. Está
indicado en casos de shock agudo, inflamación debida a picaduras
de insectos, picaduras de serpientes, contacto con gusanos de procesionaria
o sus nidos, etc. Uno de los productos comercializados se llama Urbasón
inyectable, (corticoide, componente activo metil-prednisolona) la
presentación es en ampollas inyectables de 20,40 y 250 mgrs.
Hay
que reconstituir el liofilizado con la ampolla de suero, se mezcla,
se homogeneiza y se puede inyectar. Lo ideal es inyectarlo intravenoso,
pero ni lo intentéis si no lo sabéis hacer, se necesitan
conocimientos y con una persona únicamente para sujetar el
perro es muy difícil. Inyectárselo intramuscular que
aunque tarda un poquito más, es más seguro y el efecto
va a ser casi el mismo. Es un medicamento que puede causar el aborto
en hembras gestantes por lo que mucho cuidado a la hora de su utilización,
aunque algunas veces su uso es indispensable aún asumiendo
los posibles efectos secundarios. La dosis en casos hiperagudos (emergencia),
como sería el caso de cualquier picadura sería de hasta
unos 10 mg/kg, por lo que para un perro de 25 kilos se debería
inyectar una ampolla de 250 mg. Pero incluso en el supuesto de que
la reacción inflamatoria fuese masiva y con esta dosis no quedase
controlada podría ser necesario inyectar una dosis mayor. Inyectar
una primera dosis, esperar diez minutos para ver la reacción
del animal y en caso de que la inflamación no estuviese controlada
se podría repetir la dosis.
- Emético o vomitivo. Agua oxigenada, en
su defecto sal. Muy útil si el perro ha ingerido algún
tóxico (herbicidas, raticidas, venenos, anticongelante, etc,
etc) se debe usar cuanto antes y hasta una-dos horas después
de la ingestión. Pasado ese tiempo se asume que la mayor parte
del tóxico ya ha pasado a intestino y absorbido, no siendo
recomendable utilizarla. Para un perro de tamaño medio de unos
20 kilos se le puede dar 20-25 mililitros con una jeringuilla directamente
en la boca, pasados cinco minutos si no ha provocado el vómito
se les puede dar la misma cantidad. El agua oxigenada en el estómago
libera burbujas de oxígeno que aumentan la presión estomacal
obligando al vómito. Se debe utilizar únicamente en
caso de necesidad ante la clara sospecha de que el animal ha ingerido
un tóxico y siempre que el perro tenga una buena condición.
En ejemplares muy deprimidos no estaría recomendado por el
riesgo de que el vómito pueda pasar a vías respiratorias
originando una neumonía...
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Si nos desplazamos a una zona lejana buscad con anterioridad veterinarios
que os puedan atender en esa zona. |
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- Vendas. Para torniquetes, cortes, cubrir heridas,
etc. Mucho cuidado con ellas, mal utilizadas en heridas contaminadas
son un riesgo de infección. En el botiquín de urgencias
pueden ser útiles para aplicar presión a una zona bien
porque exista una hemorragia, bien para inmovilizarla por una posible
fractura del hueso, cubrir una herida para minimizar la contaminación
bacteriana , etc.
- Algodón.
- Antiséptico. Personalmente utilizaría
Povidona iodada (nombre comercial Betadine o similar) o Clorhexidina.
Cualquier herida por pequeña que sea debe ser desinfectada
para evitar infecciones. También se podría utilizar
el agua oxigenada como antiséptico pero debido a que al aplicarlo
escuece no es el de normal elección.
- Pinzas. En casos de espigas, pinchos, astillas
en orejas, ojos y patas son extremadamente útiles. Unas pinzas
normales planas (tipo Adson) ocupan poco espacio y si la espiga no
se ha introducido totalmente pueden solucionar el problema. Si no
se ve la espiga no se debe hurgar en la herida o en la oreja por probar
a ver si suena la flauta. Para extraer espigas en las orejas acudid
al veterinario porque es necesario un otoscopio, unas pinzas especiales
llamadas de cocodrilo y conocimientos para evitar dañar el
tímpano, diagnosticar si existe infección y necesidad
de instaurar un tratamiento antibiótico. Incluso a veces es
necesaria la sedación o anestesia del perro para ello.
- Tijeras.
- Agujas y jeringuillas desechables. Agujas estériles
de 16 mm y calibre 21, 23, 25 G. Jeringuillas estériles de
2, 5 y 20 mls.
- Rehidratante oral. Ayuda a recuperar tanto los
fluidos corporales como electrolitos en casos leves de deshidratación.
En casos leves de golpes de calor en el campo o en el coche, perros
muy cansados por exceso de ejercicio y falta de entrenamiento son
imprescindibles. Se pueden utilizar los mismos que en humana.
- Botella con dos litros de agua. Ante casos de
deshidratación, golpe de calor o para limpiar heridas antes
del antiséptico es de gran utilidad.
Para gente que lleve muchos perros y sobre todo vayan al jabalí
o perros de madriguera:
Por supuesto lo mismo que antes y en mayor número. Cuando un
jabalí empieza a repartir a veces no queda ni uno de los perros
sin recibir.
- Fluidos/Suero. Hay muchos tipos distintos de sueros
que pueden ser utilizables en casos específicos, según
la naturaleza del problema pero para facilitar su uso y generalizando,
recomendaría Suero Fisiológico o Ringer Lactato. Se
comercializa en bolsas estériles de medio o un litro. Importante
para perros que han sufrido un golpe de calor en el campo o en el
remolque de la rehala, para perros que han perdido bastante sangre
y existe riesgo de hipovolemia, o simplemente para lavar los ojos
del perro. El rehidratante oral ayuda a recuperar tanto los fluidos
corporales como los electrolitos en casos leves de deshidratación.
Pero en casos más graves se puede probar a dar de beber el
rehidratante oral al perro pero además se puede inyectar algo
de suero fisiológico de forma subcutánea. En un perro
de 20 kg se pueden inyectar de forma subcutánea sin ningún
problema 300-400 mls. Lo ideal sería poner a ese perro un gotero
para que la rehidratación fuese más rápida y
uniforme, pero para poner suero intravenoso hay que saber poner un
catéter intravenoso por lo que debe hacerse por parte de un
veterinario o personal especializado. Es conveniente primero templar
el suero, con lo que basta poner la bolsa estéril con el suero
en un cubo con agua caliente. Si el suero se suministra de forma subcutánea
es necesario hacerlo en distintos puntos de la piel, no más
de 50 mls en cada punto.
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En las heridas la emergencia es la hemorragia, controlada la hemorragia
no es tan urgente cerrar cuanto antes y es mejor acudir al veterinario. |
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- Adrenalina. La adrenalina es un vasoconstrictor,
los capilares se contraen y ayuda a parar la hemorragia. En pequeñas
heridas que no paran de sangrar, en heridas en párpados o con
hemorragia en sábana (no hay una hemorragia localizada sino
muchos capilares) y que no se pueden clampar (pinzar) con mosquitos
(pinzas hemostáticas), la adrenalina puede ser útil.
Se presenta en viales de 2 ml y se puede empapar en algodón
y depositarlo en la herida a la vez que se proporciona presión
en la herida para intentar frenar la hemorragia.
- Mosquitos/Pinzas/Tijeras. Un pequeño equipo
de sutura, para solucionar pequeños cortes o primeras medidas
de urgencia graves. Los mosquitos son unas pinzas que se utilizan
para detener las hemorragias al presionar los tejidos. Son indispensables
para los perreros que van al jabalí.
- Suturas: alguna reabsorbible tipo Vycril y alguna
no reabsorbible para cerrar piel como supramida, seda o nylon. Son
mejores las que vienen con la aguja quirúrgica montada. No
soy partidario de suturar en el campo de cualquier manera, muchas
veces es mejor aplicar presión y llevarlo a un sitio limpio
y estéril donde se pueda limpiar la herida y valorar la necesidad
de drenajes, dejarla abierta, etc. En las heridas la emergencia es
la hemorragia, controlada la hemorragia no es tan urgente cerrar cuanto
antes y es mejor acudir al veterinario. Hay quien cose a sus perros
en el campo, incluso con heridas abdominales, con un importante riesgo
de infecciones y complicaciones posteriores, si no hay riesgo de muerte
por hemorragia sería mejor trasladar a los perros a alguna
dependencia donde se pueda lavar, limpiar y disminuir la infección
antes de suturar.
- Algún hemostático en polvo o por contacto.
Hemostático en polvo actúa por contacto y se puede utilizar
muy fácilmente. Es una medida provisional para intentar frenar
la hemorragia hasta que el animal llega a la clínica, donde
será tratado más adecuadamente.
- Crema antibiótica.
- Crema cicatrizante. Una de las más comunes
y utilizadas es Furacyn, que contiene Nitrofurazona. Ayuda a la cicatrización
de heridas, manteniéndola limpia, favoreciendo la granulación
de los tejidos.
CONSEJOS:
- Un botiquín de primeros auxilios debe ser eso, no el baúl
de la Piquer. Lo que en casa os pueda parecer fácil de transportar
en el campo puede no serlo. Si abulta demasiado acabará en
el trastero. Normalmente en el campo el mejor sitio es dejarlo en
el coche. Excepto en algunos casos en que el riesgo de contacto con
procesionaria era muy alto yo personalmente no suelo llevar nada encima.
- Llamad a vuestro veterinario cuanto antes. Él os aconsejará
sobre la gravedad del proceso y las posibles medidas que podáis
tomar en el momento y que no sepáis o por los nervios no recordéis.
- En los primeros auxilios son mucho más importantes los conocimientos
que el material o los medicamentos.
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Los productos deben estar acompañados de receta veterinaria,
el Seprona realiza inspecciones a los ganaderos para vigilar el
cumplimiento de la ley del medicamento. |
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- En caso de duda puede ser mejor esperar al veterinario y no hacer
nada que meter la pata.
- Es necesario llevar muy pocas cosas pero que se sepan utilizar.
- Ojo con los temas de la fecha de caducidad de los medicamentos.
- Si hay niños asegurarse de que el botiquín queda fuera
de su alcance, si puede ser utilizar una caja de mecánico a
la que se pueda poner un pequeño candado.
- Si tenéis dudas de cómo se utiliza alguno de los productos,
dejadlos fuera porque en situaciones de stress y nervios no los utilizaréis.
- Los productos deben estar acompañados de receta veterinaria,
el Seprona realiza inspecciones a los ganaderos para vigilar el cumplimiento
de la ley del medicamento y no realizará una excepción
si registra vuestro vehículo.
- Se debe saber la dosis y el modo de administración de cada
producto. Apuntadlo en el frasco, la dosis en mililitros o rayitas
de jeringuilla por cada 10 kilogramos de peso y pauta de administración
(subcutánea=debajo de la piel, intramuscular=en el músculo).
- Se debe aprender a poner una inyección subcutánea
e intramuscular. Id al veterinario de confianza y explicarle que queréis
aprender a poner inyecciones por si alguna vez lo necesitáis
en una urgencia. Con una inyección subcutánea el riesgo
de hacer un estropicio es casi nulo, con las inyecciones intramusculares
hay que ir con un poco más de ojo. Las intravenosas dejadlas
para personal especializado, podéis causar problemas a los
perros si el medicamento no era para administración intravenosa,
o una tromboflebitis (inflamación de las venas con formación
de coágulos).
- En bastantes ocasiones he atendido perros que habían sufrido
un percance más o menos grave en el campo y que sus dueños,
seguramente con toda la buena fe del mundo pero sin conocimientos,
habían intentado solucionar por ellos mismos sin consultar
con el veterinario. Suturas de heridas defectuosas, abscesos, necrosis
por vendas demasiado tensas, deshidrataciones, etc, etc, son bastante
comunes. Problemas que cogidos a tiempo tendrían una fácil
solución, por una mala actuación o por dejadez se complican
y pueden ser más difíciles de tratar. En situaciones
de emergencia vuestra ayuda puede ser vital para salvar la vida del
perro pero lo siguiente que hay que hacer es llevar al perro a que
sea tratado por un veterinario. Cuántos perros de jabalí
son cosidos por la cuadrilla de cualquier manera y vuelven a los dos
o tres días por infecciones, abscesos, heridas cerradas en
falso o heridas abiertas.
- No sigáis cazando si un perro tiene algún problema,
más vale pecar por precaución que agravar un problema
o incluso perder un perro.
- Cualquier perro atendido de emergencia por vosotros debería
ser examinado cuanto antes por un veterinario, aunque creáis
que el peligro ha pasado. Tendréis un diagnóstico y
tratamiento más certero e incluso podréis aprender cómo
prevenirlo o tratarlo más adecuadamente la siguiente vez. Los
tratamientos que he citado son primeras medidas, pero en muchos casos
es necesario un tratamiento más específico y prolongado.
- En situaciones extremas podéis utilizar el botiquín
en personas, toco madera, por ahora sólo he utilizado el agua,
alguna gasa y el rehidratante oral pero nunca se sabe.
POSIBLES SITUACIONES DE EMERGENCIA que os podéis
encontrar y en la que vuestra ayuda pueda ser determinante:
- Picaduras de serpientes, picaduras masivas de insectos,
contacto con gusanos de procesionaria o sus nidos. Lo que
tenéis que intentar hacer primero es averiguar qué animal
ha sido el que ha provocado la reacción alérgica al
perro. Bastante fácil de averiguar con avispas y abejas, no
tanto con serpientes y gusanos de procesionaria. El riesgo de muerte
es bajo excepto si la picadura ha sido de una víbora en la
cabeza o cuello del animal. El tratamiento de urgencia como ya he
indicado es Urbasón inyectable. En el caso específico
de picadura de serpientes se suele poder ver los agujeros en la piel
provocados por los colmillos del animal. Para intentar frenar la diseminación
del veneno si la picadura ha sido en una de las extremidades se podría
realizar un torniquete no demasiado apretado para no cortar totalmente
la circulación. Y en el caso de gusanos de procesionaria lo
que se debe hacer es lavar la zona con agua jabonosa intentando arrastrar
todos los pelos y sustancias urticantes, no restreguéis el
área porque favoreceréis la penetración de los
pelos urticantes. Y por supuesto no lo toquéis con la mano
desnuda.
Después de haber atendido de primera urgencia al perro es necesario
ir al veterinario para que revalúe el caso, porque especialmente
en el caso de picaduras de víboras y gusanos de procesionaria
necesitarán de un tratamiento más largo y completo.
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Los tratamientos de las heridas pueden ser muy variados según
la zona, el grado de contaminación, el tratamiento post operatorio
que podamos ofrecer al perro, etc y no siempre suturar la herida
es la mejor opción. |
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- Golpe de calor. Muy común durante la media
veda, pero también muy frecuente en las primeras semanas de
la general. Perros desentrenados, perros mantenidos en coches o remolques
con altas temperaturas. El animal se encuentra en estado de shock
por un aumento incontrolado de la temperatura corporal con fallo de
los mecanismos compensatorios.
Algunos
de los síntomas son colapso, jadeo constante y rápido,
falta de coordinación, debilidad muscular, muy alta frecuencia
cardíaca, convulsiones y pérdida de la consciencia.
El riesgo de muerte del animal puede llegar a ser alto. El tratamiento
de emergencia sería intentar disminuir la temperatura del animal,
ponerlo en una sombra, facilitar agua de bebida y mojar con agua a
temperatura templada, no demasiado fría, la zona de la cabeza
y orejas especialmente y el resto del cuerpo. Superada la primera
fase de estabilización del animal, habría que desplazarlo
al veterinario más cercano para que se le administren sueros
por vía intravenosa, uso de fármacos reguladores circulatorios,
etc. Nunca dejéis que el perro se acerque al límite,
si dependiera de alguno de esos perros, por su gran afición
no pararían hasta literalmente caer desfallecidos.
- Ingestión de tóxicos. Si existe sospecha
de ingestión de cualquier tóxico lo primero que se debe
hacer es intentar identificar el componente activo del tóxico
y valorar cuándo creemos que el perro pudo haber comido el
producto. Si han pasado más de dos horas no podéis hacer
nada de primera mano, pero si la ingestión es más reciente
se puede intentar forzar el vómito del animal. Para ello lo
más fácil es utilizar agua oxigenada, para un perro
de unos 20 kilos unos 20-25 militros o centímetros cúbicos,
pasados 5 minutos si no ha producido el vómito se puede dar
una segunda dosis. Muy importante es una vez que el perro vomite analizar
el vómito para asegurarnos de que el animal había ingerido
lo que pensábamos. Porque aunque creamos que el perro ha vomitado
gran parte o la totalidad de lo ingerido siempre hay parte que ha
sido absorbida y es necesario instaurar un tratamiento paliativo.
Muy útil es intentar llevar al veterinario, si se puede, alguna
información del tipo de tóxico para que el tratamiento
más acorde sea utilizado rápidamente. Si tenéis
a mano lo que creéis que ha podido ocasionar la intoxicación
(ya sé que muchas veces no es factible) coged el producto junto
con el perro e intentad llegar al veterinario cuanto antes.
- Heridas. Pueden haber sido provocadas por peleas
con jabalíes, con otros perros, cristales, alambradas, etc.
Sólo este tema daría para hablar y escribir durante
horas. El factor que hace que una herida pueda ser una emergencia
es la hemorragia, el resto de los factores inflamación, infección...,
pueden ser controlados más tarde. Pero si la hemorragia es
grave la vida del animal puede correr peligro. Por lo tanto ante cualquier
herida lo que primero hay que intentar controlar es la sangre. Métodos
para hacerlo hay varios en función de la gravedad, localización,
conocimientos y material. Si la hemorragia es puntual y abundante,
veis el vaso a través del cual se pierde la sangre lo ideal
sería utilizar uno o varios mosquitos (pinzas hemostáticas=
pinzas para parar la sangre). Se intenta pinzar el vaso o el área
que está sangrando y por medio de la presión controlar
la hemorragia. Si no podéis o no sabéis utilizar este
método, lo que se debe hacer es aplicar presión en la
herida para intentar frenar la sangre y favorecer la coagulación.
Llenar la cavidad de gasas o algodón y presionar con la mano
o poniendo una venda. Si tenéis coagulante en polvo podéis
aplicarlo con las gasas en la herida para que favorezca el proceso.
La sangre es muy escandalosa, pareciendo que el perro está
perdiendo gran cantidad de volumen. Debéis serenaros, la verdad
es que en la mayoría de los casos la hemorragia no es fatal
y en aquellos pocos en los que algún vaso muy importante ha
sido afectado el desenlace es muy rápido, imposibilitando en
la práctica casi ningún tipo de actuación. Por
lo tanto serenidad e intentar poner todos los medios para minimizar
el percance. Por supuesto en cuanto podáis acudid al veterinario
para que la pérdida de sangre sea recuperada cuanto antes,
con transfusiones si es necesario, fluidos intravenosos. Los tratamientos
de las heridas pueden ser muy variados según la zona, el grado
de contaminación, el tratamiento post operatorio que podamos
ofrecer al perro, etc y no siempre suturar la herida es la mejor opción.
En algunas convendrá coser, en otras dejarla abierta, en otras
poner drenajes, utilizar vendajes, reavivar bordes ...
- Fracturas debidas a caídas, accidentes de tráfico,
etc. Se puede intentar inmovilizar la zona con una venda
y mucho cuidado (cualquier perro si siente daño puede morder)
y acudid al veterinario. Si el perro se mueve y pensáis que
es difícil poner una venda no os compliquéis, dejadlo
sin vendar. La mejor manera de trasladar a un perro con fracturas
es colocar una manta bajo él, el peso se distribuye mejor y
es menor doloroso para él. Con las fracturas también
intentad mantener la serenidad, sé que es difícil cuando
un perro tiene mucho dolor o incluso en fracturas abiertas donde el
hueso ha desgarrado la piel. Os vuelvo a decir, la verdadera emergencia
de la fractura sería la hemorragia, que se debe controlar mediante
presión y vendajes. Por supuesto que cuanto antes se pueda
acudir al veterinario para reducir la fractura, controlar la infección
mucho mejor, pero las fracturas no suelen ser peligro para la vida
del animal. Aunque posibles problemas asociados a ellas (especialmente
en accidentes de tráfico) como rotura del bazo, edema cerebral,
rotura diafragmática sí pueden llegar a ser fatales.
Alberto Arciniega. Veterinario.
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