Procesionaria, el peor enemigo de tu perro esta primavera

¿Has empezado a ver orugas en tus últimas salidas al campo? Cuidado si vas con tu perro porque lo que es una amena mañana o tarde soleada de paseo puede convertirse en unos días horribles para tu mascota, bien sea de caza o no.


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Procesionaria, el peor enemigo de tu perro esta primavera

Ha comenzado la época de la procesionaria con estos primeros días calurosos de marzo y con ello, sus negativas consecuencias para los animales y el medio ambiente.

¿Qué es la procesionaria?

La Thaumetopoea pityocampa, conocida coloquialmente como procesionaria, es realmente una oruga del grupo de los lepidópteros. Es fácil encontrarlas zonas rurales y boscosas, principalmente en aquellos lugares donde hay pinares templados, sobre todo en el sur de Europa.

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¿De dónde viene su nombre?

El curioso nombre de procesionaria hace referencia a su proceso para culminar la metamorfosis.

Lo que ocurre concretamente es que, cuando finalmente rompen el conocido bolsón en el que anidan, van bajando hasta el suelo para después enterrarse y completar su metamorfosis convirtiéndose en mariposa. De este modo, en el proceso forman una especie de desfile deslizándose, similar a la marcha de una procesión.

Características de su ciclo

En lo que a los individuos adultos de esta especie se refiere, cuando están en forma de mariposa se aparean llegado el verano y en especial cuando cae la noche, estrategia desarrollada para evitar ataques de las aves depredadoras.

Seguidamente, estas mariposas depositan los huevos en los árboles, en un periodo que abarca desde finales de junio hasta finales de septiembre. Así, sus larvas nacen durante octubre y noviembre.

La cantidad de huevos que ponen oscila entre los 100 y los 300, los cuales son protegidos por la hembra mediante el deposito de escamas de su propio cuerpo.

Tras su nacimiento, el alimento que recibe este insecto son los pinos, ya que provocan la caída masiva de acículas y generan los ya mencionados bolsones que les sirven de protección llegada la primavera, época en la que generalmente aprovechan para descender.

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Estacionalidad de esta especie

A pesar de que la principal época de descenso es la primavera, realmente son animales que se dejan ver algunos meses antes de que esta llegue, aprovechando los días calurosos de marzo.

Peligros que supone para el perro

Los peligros que supone el contacto de los canes con este insecto se evalúan en función de distintos niveles.

Así, los efectos del contacto se mostrarán en el animal de forma disinta en función de cada caso:

  • Puede ser desde un simple angioedema porque haga una reacción simplemente a la zona ambiental sin que toque a la oruga.
  • Puede producirse una necrosis de la lengua porque el perro ha chupado la oruga.
  • Pueden aparecer ulceras gástricas severas e incluso la muerte porque la ingiera.
  • Si en algún caso la oruga entrase por el ojo puede haber perforación corneal.
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Seguimiento veterinario en caso de contacto

En principio, si el contacto con el insecto ha sido leve y no vuelve a haber recidivas, no debería haber problema como para acudir de al veterinario e iniciar un seguimiento.

En aquellos casos en la que la ingesta de la oruga es asegurada o presenta problemas de úlceras gástricas, hay que llevar a cabo un seguimiento estrecho para ver la mejoría de estas, así como tratar los procesos digestivos que se puedan producir.

Todo en función de como de grave sea el problema que exista, si es leve no hay seguimiento, si presenta necrosis realmente tampoco lo hay, pero si el propietario quiere hacer seguimiento, puede. Por otro lado, en casos graves de ingesta sí que debe quedarse hospitalizado varios días.

Al animal en primera instancia se le suministran protectores tipo omeprazol, sobre todo ante la posibilidad de haberlo ingerido. Se empieza con protectores gástricos desde el primer momento. El omeprazol intravenoso es la mejor opción, asegura Sara Carillo Flores, veterinaria formada en la UEX.

Por tanto, es necesario acudir en algunos casos al veterinario para hacer un seguimiento del estado del animal, es decir, es más bien recomendable. Por otro lado, en los casos más graves sí es la opción más recurrente y necesaria.

Según afirma la veterinaria que ha aportado esta información, los casos por contacto con la procesionaria están siendo de incidencia severa en este año, por lo que se recomienda no acudir al campo con los perros durante un tiempo.

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Consejos veterinarios

Un consejo ante un caso en el que el perro haya lamido a la oruga es que se ponga un guante para evitar el contacto, porque si por ejemplo esa persona toca y la boca esta afectada, la mano también se vera afectada.

Una vez seguido ese paso, es conveniente realizar lavados con agua o suero en cantidad y el uso de miel. Y posteriormente ir al veterinario para que al animal se le suministren corticos o antihistaminicos.

Actualmente hay en internet distintos portales de veterinarios que aportan información al respecto para quien desee informarse de una forma rápida ante la presencia de este insecto y cómo actuar.

Seguimiento de poblaciones de orugas

Teniendo en cuenta que se trata de un animal con un impacto negativo, tanto en el medio ambiente como para otros animales, se pueden encontrar algunos estudios sobre el comportamiento de dicha especie.

Así, a través del Plan Forestal de Extremadura, se llevó a cabo un estudio de distintos aspectos del animal haciéndose por tanto un seguimiento de poblaciones para conocer su estado en un año determinado.

En consecuencia, se evalúan los niveles de infestación existentes mediante los daños producidos por las colonias de orugas mediante los siguientes pasos.

1. Se divide la superficie del pinar en distintas zonas homogéneas, especialmente en relación a especies de pino, exposición y altitud de los ejemplares. A través de estos aspectos se inducen análogos comportamientos de evolución del insecto en las zonas. Dichas áreas son denominadas rodales y se van evaluando de forma independiente.

2. Grados de infestación de las zonas o asignación de niveles en función de la escala diseñada y adoptada generalmente con la intención de objetivar las evaluaciones que se hagan por parte de distintos observadores para así efectuar comparativas en años distintos.

Definición niveles de infestación:

  • Nivel 0: Ninguna oruga o algunas colonias muy diseminadas.
  • Nivel 1: Algunas colonias en bordes de masa, claros y pies aislados.
  • Nivel 2: Bastantes colonias en bordes de la masa, claros y algunas por el centro de la masa.
  • Nivel 3: Defoliaciones parciales en bordes y pies aislados, y bastantes colonias por el centro.
  • Nivel 4: Defoliaciones muy fuertes en bordes y pies aislados, y parciales en el resto de la masa.
  • Nivel 5: Defoliaciones muy fuertes en toda la masa.

Otra escala empleada dado que los datos en el campo no pueden ser 100% exactos es el uso de niveles intermedios: 0-1, 1-2, 2-3, 3-4 y 4-5.

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Métodos de control

El estudio anteriormente mencionado y amparado por la Junta de Extremadura, cuenta también con un apartado sobre los métodos de control ante la presencia de la procesionaria.

En aquellos casos que presenten un nivel de infestación y 1 se poseen dispositivos con eficacia para reducir las poblaciones de machos adultos. Para hacerlo, son localizados en zonas de borde de masa, zonas aclaradas o caminos donde vuelan las mariposas y que resultan de fácil accesibilidad.

Por otro lado, en cuanto a los casos de infestación más alta se emplean las trampas. En estos niveles de infestación más altos su capacidad controladora se ve mermada, sin embargo, la colocación sirve de gran fuente de información sobre la cantidad de adultos presentes durante dicho año en la zona y, en consecuencia, se conoce la cantidad de puestas que can a ser colocadas, así como para la obtención de la curva de vuelo anual mediante revisiones periódicas.

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Tratamientos con insecticidas

Para un control de la especie se pueden emplear distintos tipos de insecticidas. Entre el uso más frecuente de estos destacan los antiquitinizantes, encargados de actuar sobre la si?ntesis de quitina durante la muda, además de los microbiolo?gicos, que actúan a base de cepas de la bacteria Bacillus thuringiensis.

Ambos productos se pueden utilizar a través de tratamientos a ultrabajo volumen.

Además, el estudio muestra, en función de las caracteri?sticas de la zona a tratar diversos me?todos de aplicación:

  • Existen los tratamientos de bolsón mediante corta o bien por aplicación de dicho producto directamente al bolsón empleando una mochila y pulverizador. Esto es algo que requiere accesibilidad de las conocidas copas y niveles bajos de infestación.
  • Por otro lado, existen los tratamientos con cañones conocidos con nebulizadores o pulverizadores que son arrastrados por vehículos grandes como todoterrenos y aplican los productos con volúmenes normales o ultrabajo. La principal característica a destacar frente a la aplicación del método anterior es su mayor enlace.
  • Tratamientos masivos, cuyo nivel de aplicación es el ultrabajo. Este tratamiento es propio de grandes superficies o aquellos territorios en los que el acceso es complicado.

El momento en que han de usarse estos tratamientos es cuando la oruga está en sus primeros estadios para que así la eficacia del proceso sea mayor. Un dato a tener en cuenta es que la puesta en marcha de estos tratamientos, cuando el estadio es avanzado, probablemente no evite las defoliaciones.

¿Hay otros métodos de control?

En realidad, hay otras formas para intentar controlar la especie de forma natural.

Como bien se mencionó anteriormente, esta especie cuenta con algunos enemigos, por lo que des amenazada por parásitos y predadores que actúan diezmando las poblaciones del defoliador.

Los principales parásitos y predadores que afectan a la procesionaria son.

  • Parásito de huevo de procesionaria: Su función es muy importante ya que son los encargados de eliminar las poblaciones de futuras orugas evitando así defoliaciones.
  • Predadores de orugas: Se trata de ortópteros que se alimentan una vez que se realizan las puestas de las procesionarias. En este aso destacan las aves insectívoras como el carbonero común y el carbonero garrapinos.
  • Parásito de orugas: Son aquellos que atacan a las orugas incluso en la procesión de enterramiento.
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