Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

Vivimos tiempos convulsos, donde la vida ha cambiado en muchos aspectos por la pandemia del COVID-19. Mientras se desarrollan fármacos eficaces contra el virus o se encuentra una vacuna, nos vemos obligados a extremar las precauciones de higiene diarias personales y de los objetos que manipulamos habitualmente.


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Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

En las próximas semanas se empezarán a retomar las actividades de nuestra vida diaria, entre ellas, la caza y el tiro deportivo. Es por tanto, el momento de plantearse medidas sanitarias de desinfección de nuestro equipamiento y armas.

En este pequeño artículo, vamos a intentar dar algunas pautas para desinfectarlos empleando diferentes métodos. Debemos tener en cuenta que tanto nuestras armas, como equipamiento auxiliar, está compuesto de diferentes materiales y que por tanto es difícil encontrar un método único que sirva a todos ellos sin llegar a dañarlos.

¿Qué es el COVID-19?

El COVID-19 es un virus, por lo que antes de señalar ningún método concreto, vamos a ver cómo es posible destruirlo. De esta manera, que nuestros clientes y lectores podrán aplicar algunas técnicas de desinfección a otros elementos o espacios relacionados con nuestras actividades.

Aunque mucha gente se refiere al COVID-19 como un organismo vivo, realmente no lo es. Desde el punto de vista de la biología, se le denomina agente infeccioso microscópico acelular, que solo puede reproducirse dentro de las células de otros organismos. Son diminutos, la mayoría de ellos 100 veces más pequeños que las bacterias.

Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

El COVID-19 NO es un organismo vivo

Su composición es sencilla, están compuestos de dos o tres partes. Su material genético, que porta la información hereditaria y puede ser ADN o ARN, una cubierta proteica que protege estos genes, llamada cápside y en algunos, una bicapa lipídica (es decir, de grasa) que los rodea cuando se encuentran fuera de la célula, denominada envoltura vírica.

Para destruir un virus, cuando se encuentra fuera de una célula, es suficiente con romper esa capa de grasa exterior que le protege. Por tanto, una sustancia de tipo desengrasante que se aplique sobre la superficie donde pueda estar depositado, es suficiente para eliminarlo. Ahora bien, esta cubierta es resistente, por lo que requiere de sustancias y técnicas de cierta contundencia.

¿Cuánto dura el COVID-19 sobre una superficie?

Pues depende de la naturaleza del material de la misma, no es una duración homogénea, va desde horas a incluso días. Como nuestras armas no dejan de ser objetos construidos con diferentes materiales, la pervivencia del virus dependerá del tipo que se trate. Aunque el 10 de marzo pasado, apareció un estudio sobre la pervivencia del virus en diferentes superficies, lo cierto es que no hay todavía un estudio concreto sobre el COVID-19 avalado por la comunidad científica. Pero en base a ese estudio y otros realizados sobre otros virus, se estima que el virus puede sobrevivir en superficies inanimadas como el metal, cristal o plástico hasta nueve días. Esta es la longevidad en el peor de los casos, ya que, en el estudio del 10 de marzo, se hablaba de 2-3 días.

Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

Este virus permanece diferente tiempo activo dependiendo de la superficie y condiciones ambientales

Sustancias de desinfección

La forma más sencilla y conocida de eliminar el virus es con soluciones hidroalcohólicas o con agua y jabón. Las moléculas de jabón se conectan a la capa grasa del virus y lo desactivan, no decimos que lo matan, porque como hemos dicho anteriormente, un virus NO es estrictamente un organismo vivo. En el caso del etanol, isopropanol o alcohol, siempre que este en una concentración de al menos el 70%, genera una deshidratación de las membranas exteriores del virus, lo que favorece también su destrucción.

Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

El agua jabonosa es posiblemente la solución más sencilla, efectiva y menos agresiva para con nuestras armas de fuego

Además de los alcoholes y jabones, existen otras sustancias de fácil acceso que también destruyen la mencionada capa protectora grasa del virus. La acetona es una de ellas, un líquido muy utilizado como decapante de pinturas y que suele ser habitual en los sets de manicura de muchas mujeres.

La lejía es otro producto desinfectante, habitual en cualquier hogar. Siempre empleándola disuelta en agua fría al 2%, en agua caliente no es más desinfectante y parte de ella se evapora.

El amoniaco es el siguiente elemento disponible en la mayoría de las casas y de gran poder desinfectante frente al virus. En este caso es necesario que la solución empleada tenga al menos una concentración del 10% de este químico.

Otro elemento desengrasante efectivo es el ácido acético, una sustancia que se haya en el vinagre. Normalmente el vinagre de mesa contiene una concentración de entre el 3% — 5%, siendo esta última concentración. la indicada para ejercer un poder desinfectante ante el virus.

El ácido cítrico tan común en cualquier cocina, al estar presente en naranjas, limones y otras frutas, también es un buen desinfectante por su capacidad desengrasante. Lamentablemente los limones solo poseen una concentración de aproximadamente el 6% de este ácido cuando lo recomendable es un mínimo del 10%. Por lo que, si pretendemos usarlo, necesitaremos comprarlo, suele presentarse comercialmente en polvo, preparando una solución con dicha concentración.

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El ácido cítrico es un muy buen desengrasante pero muy agresivo con el pavonado

Por último, quiero señalar una innovación tecnológica en el mundo de los desinfectantes, que ha llevado más de 10 años de desarrollo y que saldrá al mercado asiático en los próximos días, se llama MAP-1. Probado con éxito en Hong Kong, está prevista su comercialización en muy breve tiempo. Se trata de un líquido antiviral que proporcionaría protección contra las bacterias y los virus durante 90 días. El revestimiento o película que se forma después de la pulverización tiene millones de nanocápsulas que contienen desinfectantes.

A diferencia de los métodos de desinfección comunes, como la lejía diluida y el alcohol, el MAP-1 se potencia aún más por polímeros sensibles al calor, que liberan desinfectantes al contacto humano. Pensado para rociar superficies de mucho contacto y áreas de tránsito, parece una buena solución también para objetos de contacto frecuente. Veremos lo que tarda en comercializarse en Europa y si es apto para todas las superficies sin dañarlas, estaremos atentos.

Quiero señalar, que nos hemos referidos a aquellos más comunes y que son de fácil adquisición o se encuentra ya en muchos de nuestros hogares. Pero lógicamente existen más compuestos químicos que son efectivos contra el virus, como por ejemplo pueden ser: el éter dietílico, hidróxido de sodio o hidrocarburos como el n-hexano, tolueno o isooctano, etc.

Precauciones

Algunos de estos compuestos pueden ser no solo dañinos para el virus, sino también para nosotros mismos durante su aplicación. Es por ello que, es de suma importancia, leer las instrucciones que acompañan a cada uno de ellos y aplicarlos en lugares con abundante ventilación. Además de las precauciones que se indiquen: como mascarilla, guantes, gafas de protección, etc. Unos elementos de protección personal, por otra parte, imprescindibles cuando vamos a tratar con elementos presuntamente infectados.

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El uso de guantes y mascarilla es imprescindible a la hora de manipular material presuntamente infectado

Otra advertencia sumamente importante es que nunca se debe mezclar los mencionados químicos, ni ningún otro producto, por ejemplo, mezclar lejía con amoniaco, salfumán, alcohol, vinagre u otra sustancia, potencia su toxicidad y puede producir gases peligrosos.

¿Cuáles usar en nuestras armas?

Como hemos visto existen infinidad de sustancias que destruyen al virus COVID-19, el problema es el daño que puedan producir sobre algunas de los materiales que emplean nuestras pistolas, rifles y resto de equipo. Las superficies pavonadas o similares, maderas, plásticos o polímeros, diferentes tipos de metales, etc. pueden sufrir la agresión de estos productos químicos. Por otra parte, debemos tener en cuenta que el virus de estar presente, lo estará en el exterior de nuestro rifle o pistola, salvo que la hayamos desmontado en un entorno infectado. Lo cual nos supondrá tener que desmontarla para una desinfección a fondo.

Recuerdo haber utilizado ácido acético y cítrico, para limpiar unos cargadores de excedentes militares, impregnados grasa pegoteada tras años de almacenamiento. El resultado fue impresionante, la grasa desapareció, pero desgraciadamente también el pavonado de los mismos. Creo que es un buen ejemplo de lo que puede suceder con muchos de los productos antes mencionados.

Nuestra recomendación es la utilización de una solución jabonosa a base de jabón neutro. El jabón neutro tiene un pH muy similar al de la piel humana. Este tipo de jabón no contiene colorantes, perfumes, ni otros componentes que habitualmente están presentes en los jabones de tipo industrial. Podemos emplear esta sustancia para limpiar el arma y desinfectarla simultáneamente. Dejamos secarla al aire y luego le pasamos un paño húmedo para quitar la película pegajosa que se haya depositado. Este tratamiento es respetuoso también con el cuero y todos los polímeros.

Para los metales y algunos polímeros, podemos completar el proceso aplicando alcohol al 70% o superior, sobre las superficies que previamente hemos enjabonado y aclarado. Como en el caso anterior, dejamos secar al aire. Debemos tener en cuenta que hemos desengrasado las superficies metálicas, además de destruir el virus. Por lo que recomendamos aplicar una película de lubricante para armas para preservarla, bien aplicándolo con un trapo, bien con toallitas con aceite para armas HOPPES o bien mediante una bayoneta específica como las de lubricante de silicona HOPPES.

Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

Las toallitas lubicantes HOPPES son una fácil y rápida forma de imprimir una pequeña película de lubricante a las piezas metálicas

Es importante señalar que el uso repetido del alcohol sobre algunos tipos de polímeros puede dañarlos, dejándolos con un aspecto o acabado exterior blanquecino. También las superficies de madera tratada pueden sufrir el ataque del alcohol sobre sus barnices. Por eso, personalmente, recomiendo utilizar agua y jabón con una limpieza en profundidad para maderas y plásticos, dejando el alcohol para las superficies metálicas exclusivamente.

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La bayeta lubricante HOPPES dura mucho tiempo y permite una rápida lubricación

Alternativas

Además de los productos químicos, existen otras alternativas a los mismos. Aunque para su aplicación recomendamos una limpieza previa de las partículas de suciedad que pueda haber depositadas sobre nuestras armas.

La primera alternativa es la de las máquinas limpiadoras a vapor. Siempre que se trate de máquinas de calidad, utilizadas con el máximo nivel de vapor y apliquemos el mismo durante un mínimo de 30 segundos sobre la superficie a desinfectar. Un estudio de efectividad, realizado en un laboratorio independiente, se refiere virus y bacterias depositados sobre superficies duras, como las que tienen nuestras armas u otros elementos de nuestro equipamiento. El 99.999% de los virus con envoltura como el coronavirus o la gripe (excluyendo el virus de la hepatitis B) se pueden eliminar de esta forma. Tras el tratamiento y una vez seca el arma, recomendamos como en el caso anterior un engrase con productos HOPPES.

Desinfección de nuestras armas frente al COVID-19

Una vaporeta de calidad es una alternativa interesante y poco agresiva con nuestras armas

La segunda alternativa la constituye la radiación ultravioleta. Están apareciendo en el mercado diferentes tipos de lámparas y cajones de diferentes tamaños, con lámparas en su interior, donde depositar diferentes objetos. Últimamente se ha popularizado bastante las cajas de radiación ultravioleta para los teléfonos móviles, pero como decimos, las hay de todos los tamaños. Este método solo lo recomendaría para las partes metálicas del arma o textiles, ya que tanto los polímeros como las maderas barnizadas pueden sufrir degradación. Ya que hay que tener en cuenta que es una radiación muy elevada durante al menos 12 minutos.

Resumen

A la vista de los diferentes métodos y productos, nuestra recomendación es la clásica solución jabonosa y/o alcohol. La máquina de vapor o vaporeta de calidad, es otro método interesante y nada agresivo con los acabados de nuestras armas. El resto de productos, no son aptos para todos los materiales y suponen un riesgo para los acabados de las mismas. En cualquier caso, en todos ellos se especifica sobre que tipo de superficies se puede aplicar, aunque mi recomendación es probar en alguna pequeña parte no a la vista de nuestra arma antes de emplearlo.

Más información: Borchers

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