Congreso Mundial de la Naturaleza

Entre los días 6 y 15 de septiembre, se ha celebrado el V Congreso Mundial de la Naturaleza de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN, según sus siglas en inglés), en la isla de Jeju, Corea del Sur.


La UICN, fundada en 1948, es una organización medioambiental internacional, con alrededor de 50 oficinas en todo el globo y unos 1.000 trabajadores. Posee aproximadamente 200 miembros gubernamentales y unos 900 miembros no gubernamentales de cerca de 160 países. Asistieron al congreso unos 10.600 participantes de 1.100 grupos gubernamentales y no gubernamentales de más de 180 países, que finalmente y después de 10 días en la isla vacacional adoptaron una declaración que propone el crecimiento verde como solución para los asuntos medioambientales. La Declaración adoptada —Declaración de Jeju— al término del Congreso Mundial de la Naturaleza, después de debatir una amplia gama de asuntos medioambientales fue la de dar un paso más hacia “una nueva era de conservación, sostenibilidad y soluciones basadas en la naturaleza”. Entre las 186 mociones presentadas en el Congreso, tres estaban relacionadas con la lucha contra la caza furtiva y la conservación de elefantes y rinocerontes. En ellas, dicen que observan con preocupación la escalada dramática e insostenible de la caza furtiva de rinocerontes en África meridional y la continua caza furtiva de elefantes en África oriental. Reconocen que las medidas adoptadas por CITES para controlar el comercio ilegal de productos de elefantes todavía requieren de un importante compromiso por parte de los países del área de distribución, los países de tránsito y los países que consumen el marfil. O sea, dicen que los países afectados no están comprometidos en esta lucha, posiblemente porque muchos de los líderes de esos países con problemas de furtivismo, tránsito y destino de los productos, participen en el negocio. Señalan también que el comercio ilegal de marfil está aumentando, sobre todo los cargamentos a gran escala de marfil ilegal, como lo demuestra el análisis de los datos de 2011 —algo que coincide precisamente con la llegada masiva de ciudadanos y empresas chinas al continente negro— y que la caza ilegal a gran escala por grupos criminales internacionales, cada vez mejor armados y más violentos, ha aumentado en todas las subregiones de África, teniendo un serio impacto sobre las poblaciones de elefantes. También señalan los serios y crecientes niveles de amenaza a que se enfrentan actualmente los elefantes, incluyendo el comercio internacional y nacional de marfil, los conflictos entre los seres humanos y los elefantes, la pérdida y fragmentación del hábitat, la matanza ilegal para obtener marfil y carne, y la falta de capacidad institucional para hacer cumplir las leyes (esto nos suena también y mucho en España). Terminan pidiendo a todos los países del área de distribución del elefante africano que den prioridad a la protección y conservación de las poblaciones de elefantes y se aseguren que cuentan con y aplican incentivos apropiados para la conservación, una legislación adecuada y penas disuasorias para alcanzar ese objetivo; y a los países del área de distribución del elefante africano que aseguren que las comunidades locales obtienen beneficios y también se hacen cargo de los costos de convivir con los elefantes, y a todos los países consumidores de marfil que se aseguren que cuentan con la adecuada legislación, las políticas, los medios de hacer cumplir la ley y penas disuasorias, y las aplican, para controlar los mercados internos del marfil. En relación con la conservación de las especies de rinoceronte en África y Asia, reconocen el importante papel que están jugando las empresas de fauna salvaje, incluyendo las de caza en Sudáfrica, en la conservación y aumento de la población de rinocerontes en tierras estatales, comunales y privadas en África. Muestran su alarma porque las poblaciones de dos de las especies más raras, el rinoceronte de Java y el de Sumatra, continúan declinando y están ahora en niveles peligrosamente bajos. Se manifiestan afligidos también porque dos subespecies de rinocerontes, el negro de África Occidental (Diceros bicornis longipes) en Camerún y el indochino de Java (Rhinoceros sondaicus annamiticus) en Vietnam, se han extinguido en la última década; y porque el rinoceronte blanco norteño (Ceratotherium simum cottoni) y las poblaciones continentales del rinoceronte de Sumatra están ahora extremadamente cercanas a la extinción. Se muestran preocupados porque la presión del furtivismo sobre todas las especies de rinoceronte ha aumentado seriamente en años recientes, conectada con el marcado aumento del uso no tradicional del cuerno de rinoceronte y un marcado aumento en el precio del cuerno en los mercados asiáticos, especialmente en China y Vietnam, como así también a la reducción en la capacidad y eficiencia de las autoridades en materia de conservación de algunos de los países del área de dispersión para proteger a sus rinocerontes; y alarmados porque un continuo incremento de la caza ilegal de rinocerontes y de la demanda de su cuerno podrían poner en peligro las mejoras conseguidas en el estado de los rinocerontes negro, blanco sureño y unicornio índico durante las dos últimas décadas, y junto con una inadecuada gestión biológica podría fácilmente causar la extinción de los rinocerontes de Java y de Sumatra en un futuro predecible. Señalan también en el caso de los rinocerontes, que las medidas adoptadas por CITES para controlar el comercio ilegal de productos de rinoceronte todavía requieren que exista un compromiso por parte de los países con rinocerontes y de los países en los que se consume el cuerno de rinoceronte; y se muestran preocupados de que los mayores riesgos y costes asociados con la seguridad de los rinocerontes vayan a desincentivar a los propietarios privados de África oriental y meridional a invertir en la conservación del rinoceronte, especialmente en Sudáfrica y en Zimbabwe (donde las recientes redistribuciones de concesiones de caza relacionadas con la reforma agraria podrían plantear amenazas económicas adicionales a las reservas privadas). Y termina pidiendo a los países donde ha aumentado la demanda de cuerno de rinoceronte junto con una explosión de los precios en el mercado negro del cuerno que cooperen plenamente a todos los niveles con los países del área de dispersión del rinoceronte para abordar de manera positiva la crisis del rinoceronte y buscar soluciones duraderas. Y para todo ello, la persona en quien han depositado su confianza los miembros de la UICN como presidente para el próximo periodo de cuatro años es Zhang Xinsheng,¡un chino!, con dos…
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