Calibre 22

Desde que se lanzó al mercado, el calibre 22 ha estado permitido su uso para la práctica de la caza en la mayoría de países de nuestro entorno. Incluso en España estuvo autorizado y fueron muchos cazadores los que adquirieron rifles con este calibre. Bien porque la munición era barata o porque venía muy bien practicar con él para dar el paso a calibres mayores.


El caso es que algunos furtivos empezaron a utilizarlo para sus fechorías al hacer muy poco ruido. Tiempo le faltó al cabeza pensante de turno que no veía más que desaprensivos en todos los que llevaban un arma en la mano para prohibir el calibre en cuestión para la práctica de la caza. Muerto el perro se acabó la rabia y el que se haya gastado las perras en adquirir uno o más que lo guarde en el baúl de los recuerdos. La Oficina Nacional de la Caza siempre ha sido beligerante con esta prohibición. No consideraba que el vigente Reglamento de Armas lo prohibiese. Lo consultaron con la Central de Armas y Explosivos de la Guardia Civil y ésta reconoce que el Reglamento en cuestión se limita a clasificar las armas por categorías, indicando el tipo de licencia con la que se documenta cada una de ellas. Es decir, reconoce claramente que el Reglamento en ningún caso regula las actividades que se puedan realizar con las mismas, sino que son otras autoridades estatales o autonómicas las que deben prohibir o permitir su uso para estas prácticas. Las distintas comunidades es cierto que lo prohíben en sus Leyes de Caza al considerar que la norma de rango inferior, como son los Decretos y Órdenes, no pueden ir contra los preceptos dictados por la Ley de Caza. Así las cosas algunos se preguntarán, ¿se puede o no utilizar este calibre? De momento no, pero la idea es que se autorice de modo excepcional, ya que normalmente establecen la prohibición con carácter general… pues eso, con carácter general. Ahora bien también se prohíben las aves de cetrería y los hurones y sin embargo se utilizan de “modo excepcional”. Pues bien que el calibre 22 perfectamente se podría utilizar excepcionalmente para el control de poblaciones de especies predadoras o en caso de superpoblaciones de especies menores. Vamos pues a esperar cómo evoluciona el tema en las comunidades donde se ha planteado el problema. En principio es una buena noticia, ya que una ley que ha estado tanto tiempo paralizada vuelve a estar en el candelero con ciertas esperanzas. Porque hacer que paguen justos por pecadores como de costumbre no es nada justo.
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