Llegaron las becadas

Como era previsible entraron las primeras becadas en Octubre y es posible que hacia el día 10 (luna llena) un nuevo contingente alado nos visite a nada que una leve brisa del noreste las anime a realizar el viaje.


Sin embargo, son muchas las que no cumbrearán momentáneamente los Pirineos hasta que las condiciones climatologicas —nieve y hielo— donde nidificaron las obligue a buscar sustento por otros pagos. Ya que a pesar de ser una ave migratoria, si encuentra alimento en el lugar, muchas no se desplazan más allá de un radio de 25-30 kilómetros de la zona donde nacieron, al menos eso es lo que nos trasmitió en su visita a Bilbao el biólogo CHARLES FADAT, responsable del estudio de esta ave en Francia. Revisando el diario de mi padre, observo que las cazaban hasta el 31 de marzo en el año 1940 y que las mayores perchas se daban a partir de mediados de noviembre, como ahora. Evidentemente eran otros tiempos y la presión cinegética infinitamente menor. Aunque curiosamente las perchas parecidas, dos o tres becadas. Salvo los días excepcionales en los que la nieve cubría la península excepto en la zona a norte. Y créanme que se acompañaban de buenos perros y con la escopeta se defendían. Hecho que lo corroboran quienes le conocieron y lo avalan infinidad de premios nacionales e internacionales que consiguió al tiro plato y pichón. Es lo que hay y si alguien tiene interés en ojearlo no tengo ningún inconveniente, todo lo contrario. Incluso a mi añorado amigo D. Miguel Delibes le sorprendió gratamente el diario en cuestión. ¿Y a que conduce todo esto?, se preguntarán. Pues simplemente a constatar que las becadas no están ni mucho menos en regresión como algunos pretenden hacernos ver. Otra cosa bien distinta es el respeto y la sensibilidad con la que esta joya biológica de la naturaleza debe ser gestionada. Así las cosas, y para terminar y ponerles los dientes largos a los que se quedaron en casa el pasado día 31 de octubre, decirles que fue un día excepcional de pasa de palomas torcaces. No les voy a dar cifras de capturas y lugares por donde pasaron, porque no está bien anunciarlo, sin más, pero sí apuntarles que muchos afortunados hubiesen dado todo y más por tener los cartuchos que les faltaron por haberle dado al dedo con alegría a las que pasaban hablando con San Pedro. Algo me dice que todavía vamos a tener un par de días buenos de pasa.
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